El tenis es uno de los deportes más hermosos que hay en el mundo y en la actualidad no existe un sinónimo mejor para este deporte que Roger Federer. Cuando se habla de tenis es imposible hacerlo sin nombrar al genio nacido en Basilea; porque desde hace más de 20 años que deslumbra al planeta entero con su magia para jugar. Sin embargo, como nada es eterno, obviamente que su retiro está cada vez más cerca. Por supuesto que con su adiós el tenis no morirá, en tal caso crecerá y crecerá con una nueva generación que querrá emular las hazañas que en su día hizo el suizo; pero así como ocurrió con Michael Jordan en la NBA o Pelé y Diego Maradona en el fútbol, dejar de verlos en las canchas supuso un dolor inmenso, además de que se llevaron un pedazo de esos deportes con ellos.
Lo mismo está destinado a pasar con un Federer que cerca de los 40 años ya está dando muestras de que su marcha del tenis se acerca peligrosamente. El año pasado fue muy difícil para todos, debido a que supuso un cambio enorme en le mundo por la pandemia del coronavirus; pero para el helvético lo fue el doble al tener que sobreponerse a una terrible lesión de rodilla que sufrió durante el Abierto de Australia de 2020, luego de eso estuvo convaleciente y tuvo que someterse a una segunda intervención en el mismo punto unos meses después. No obstante, logró superar todo eso y desde los meses finales del año pasado comenzó a trabajar duro para reaparecer en el 2021 y dar batalla en el deporte que lo apasiona; eso al fin lo logró hace unos meses, el problema es que no ha sido la reaparición que tanto esperaba.
Una derrota muy dolorosa para Federer
La verdad es que Federer trabajó con la mira puesta en dos objetivos claros para el 2021: Wimbledon, el más importante de todos, y los Juegos Olímpicos de Tokio. Obviamente que su reaparición también era importante, pero todos esos torneos en los que participaría solo servirían como preparación para medir su físico, su fuerza, resistencia y competitividad de cara al tercer Grand Slam del año. El plan estaba bien trazado, pero el problema es que en los torneos anteriores, salvo en el Roland Garros, el nivel del suizo no fue el adecuado y quedó eliminado muy pronto de todos ellos. Sin embargo, el precedente en el Abierto de Francia dejó claro que podría competir bien y por eso tomó la sabía decisión de retirarse para ahorrar fuerzas de cara a Wimbledon; la cuestión es que en la hierba sufrió una derrota incontestable.
Federer cayó en cuartos de final en su torneo favorito ante un Hubert Hurkacz que lo derrotó por 6-3, 7-6 y 6-0. «Es una derrota que me deja agotado porque los últimos 18 meses han sido duros pero me tengo que quedar con las mejoras que he conseguido», explicó el suizo frente a los medios luego del duelo. Lo peor fue ese último set, pues solo cuatro tenistas en su carrera le habían ganado un set sin que él hiciera punto y el último fue Rafa Nadal hace 13 años, aunque en Roland Garros. «Estaba claro que cediendo dos sets a cero no me he visto con opciones de darle la vuelta», confesó muy dolido el helvético. El dolor se extendió aún más cuando puso en duda su aparición en el torneo el próximo año al comentar: «No sé si volveré a Wimbledon, mi objetivo del año se ha escapado».
Tokio se aleja y el adiós se acerca
A pesar de la ovación que recibió al salir de la cancha luego de su derrota, aún al salir del torneo que ha ganado un total de ocho ocasiones; nada de eso pareció que lo convenciera de dejar de pensar lo que le estaba cruzando por la mente y que es lo que asusta a todos los amantes del tenis: su retiro. Todos saben que el final de la carrera de Federer llegará pronto y que en cada torneo que se le pueda ver es una bendición; pero eso no hace menos doloroso que la sensación de su adiós esté más cerca. Esa cara que puso al salir, con sus gestos de despedida; ese semblante apesadumbrado en rueda de prensa, que iba más allá de una dura derrota; todo realmente lucía como una despedida definitiva de este deporte que tanto adora.
Esa sensación creció mucho más al ser cuestionado sobre su presencia en los Juegos Olímpicos de Tokio 2020, unos en los que aparece como uno de los deportistas inscritos por parte de la delegación de Suiza. «Tampoco sé si voy a jugar. Lo voy a decidir en unos días», señaló Federer cuando le preguntaron sobre su presencia en tierras niponas. Con el evento olímpico cerca, realmente hiela la sangre que diga eso, pues no solo deja ver que realmente piensa en el retiro de forma seria, sino que también está dolido por perder de forma tan contundente; eso le estaría indicando que ya no estaría al nivel para competir. «Creo que cuando las cosas se ponen complicadas me cuesta, no soy lo competitivo que me gustaría. Esa es la verdad», dijo Roger Federer. Pronto se sabrá que hará, pero el tenis ya se prepara para la peor noticia.