La tendinitis es aquella lesión a nivel del tendón, que es la unión del músculo con el hueso. Esta lesión ocasiona una inflación, irritación o hinchazón prominente en el tendón.
La tendinitis en su mayoría se da en zonas como los codos, talón, hombro y muñeca. Consideradas las zonas que más se desgatan en el ser humano.
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En cuanto a los síntomas que se consideran fundamentales de la tendinitis, se encuentra el dolor general en todo el tendón o en la proximidad de la articulación. Es decir, en aquella que se inserta y que se hace un poco más aguda al realizar determinados movimientos o fuerza específica.
Algunos especialistas refieren que la zona afectada por la tendinitis , es la zona de la piel que recubre la articulación puede enrojecerse e irradia calor. Esta inflación, que algunas veces resulta muy dolorosa, normalmente es pasada por alto por los afectados. Pues la mayoría de las personas no le da la debida importancia ni atención que requiere.
Lo que ocurre si la tendinitis normal no es atendida con sumo cuidado o con urgencia, es probable que se repita la dolencia. Pero esta vez puede generar una degeneración del tendón o tendinosis que es básicamente la tendinitis pero de forma crónica.
En caso de presentar una lesión como esta y tener una revisión médica es probable que se deba realizar un examen físico para poder detectarla. En estos casos se suele realizar una prueba de imagen (radiografía, ecografía, resonancia magnética o TAC) para poder hacer el diagnóstico.
Causas de la tendinitis
La tendinitis, tal como ya mencionamos es una lesión de un tendón que genera en su mayoría una hinchazón en la zona. Los tendones que sufren este tipo de afección con mayor frecuencia son los de el codo, el talón, el hombro y la muñeca.
Las causas de la tendinitis pueden ser diversas:
- Una lesión sobrevenida por la práctica deportiva.
- Una sobrecarga.
- La edad, con pérdida de elasticidad.
- Enfermedades como la diabetes o la artritis reumatoide.
- Degeneración del tendón.
¿Cómo sabes que padezco tendinitis?
Los principales síntomas de esta dolencia son los siguientes:
- El dolor es el síntoma principal, ya sea cerca de la articulación o en el recorrido del tendón.
- La molestia empeora con el movimiento y es más intensa por la noche.
- La palpación o el roce también duele.
- A veces la zona está enrojecida, caliente e inflamada.
Es preciso recordar que basta con que el especialista realice un examen físico para detectarla.
Hay que diferenciar la tendinitis de un esquince, que sería una lesión de los ligamentos que sujetan la articulación. Sin embargo es necesario destacar que si el esguince está mal curado, es probable que termine en tendinitis.
¿Cuáles son los tipos de tendinitis existentes?
Dependiendo del tendón que se haya lesionado, los tipos de tendinitis son los siguientes:
- La tendinitis aquílea aparece cuando se lesiona el tendón de Aquiles.
- El “codo de tenista” o epicondilitis lateral es la lesión que aparece por inflamación de los tendones que se insertan en la cara lateral del codo.
- El “codo de golfista” o epicondilitis media se produce cuando se irritan los tendones del codo insertados en la cara interna del mismo.
- La “tendinitis del manguito de los rotadores” se da tras una inflamación de los tendones del hombro.
- Por último, la “tendinitis de De Quervein” es producida por inflamación de los tendones del pulgar.
¿Cuál es el tratamiento?
El cuidado y la atención inmediata será fundamental para la recuperación rápida de la zona afectada. Además, será necesario evitar movimientos repetitivos, sobrecargas articulares. También es importante prescindir de movimientos bruscos o esfuerzos físicos que puedan empeorar la lesión.
Para su mejoría será fundamental mantener un tono muscular adecuado y calentar antes de empezar a hacer ejercicio. También es recomendable trabajar lento e ir progresivamente ya que no se quiere empeorar la situación.
Algunas recomendaciones para tratar lesiones por tendinitis son las siguientes:
- Durante el cuadro agudo: el reposo, combinado con antiinflamatorios y analgésicos, es el tratamiento principal, por lo que suele inmovilizarse la zona con férulas de yeso o prótesis.
- Combinar frío y calor también alivia. Así, el hielo ayuda a reducir la inflamación en las primeras 48 horas tras la aparición del dolor. Debes aplicarlo en la zona 3 o 4 veces al día 15 minutos. Pasado ese tiempo, notarás alivio si sigues la misma rutina pero aplicando calor.
- En los casos más graves que no se solucionan con reposo y antiinflamatorios, es recomendable hacer rehabilitación en un centro o con ayuda de un fisioterapeuta.
- Y si el dolor persiste, puede ser necesario aplicar otras técnicas (como la infiltración local de corticoides) o, incluso, operar.
Es fundamental que si el dolor persiste continuamente acudas a un médico para el chequeo correspondiente y realizar exámenes necesarios.