La Comisión Europea ha confirmado que no cumplirá el plazo formal previsto para dar una opinión sobre el plan de recuperación presentado por Hungría para optar a las ayudas del fondo europeo post Covid, si bien ha evitado explicar el motivo y se ha limitado a indicar que continúa el diálogo con Budapest para concluir el análisis.
«Estamos en proceso de analizar las últimas respuestas recibidas de las autoridades húngaras, que llegaron el viernes», ha indicado en una rueda de prensa en Bruselas una de las portavoz comunitarias de Economía, Arianna Podesta, quien ha asegurado que el Ejecutivo comunitario desea una conclusión «tan pronto como sea posible».
Con todo, si tras el análisis inicial de esas últimas respuestas Bruselas considerara que son necesarias «semanas y no solo días» para concluir el proceso, entonces dará el paso de pedir al Gobierno de Viktor Orban una prórroga de dos meses para culminar la evaluación.
Bruselas se ha resistido hasta el último momento a informar del aplazamiento de su decisión y en las últimas semanas se limitaba a indicar, como lo ha hecho este lunes, que sus expertos siguen trabajando en el examen y análisis del plan húngaro.
El Gobierno de Orban ha sido «debidamente informado» del retraso, según ha precisado Podesta, quien también ha querido recalcar que hay un diálogo abierto con las autoridades de este país para avanzar en el proceso.
La Comisión Europea ha dado ya su visto bueno a un total de doce planes nacionales, por ejemplo los de España, Francia, Italia o Alemania, lo que supone el primer paso en el proceso para que sean adoptados formalmente por el Consejo y se puedan desbloquear las primeras ayudas previstas para apoyar a los Estados miembro en su salida de la crisis generada por el coronavirus.
Bruselas dispone en principio de un plazo de dos meses para analizar cada uno de los planes, un periodo que en el caso de Hungría, que opta a 7.200 millones de euros, expira este mismo lunes.
Entretanto, la tensión entre Budapest y Bruselas se ha disparado por una controvertida ley que discrimina y estigmatiza al colectivo LGTBIQ y por el llamamiento de eurodiputados a bloquear el plan húngaro por la deriva antidemocrática de su Gobierno.
Sin embargo, desde la Comisión niegan que el retraso esté ligado a esta otra controversia y defienden que la evaluación del plan se circunscribe un análisis «sólido» de los once criterios previstos en la norma.
El objetivo, indican desde el Ejecutivo comunitario, es asegurar que las medidas previstas cumplirán los objetivos políticos fijados para el fondo de recuperación y que existen las salvaguardas necesarias para asegurar el bueno uso de estos recursos.