El último superviviente es uno de los formatos más extremos que puede haber en la televisión. Se ha convertido en una producción exitosa que le ha dado al vuelta al mundo, y en España también ha causado sensación. Y es que, la cantidad de fanáticos que tiene este programa es realmente increíble. Siempre hemos visto a su protagonista adentrarse a lo más peligroso que puede existir, arriesgándose a lo desconocido, y poniéndose casi que al límite como un gran desafiante.
Sin embargo, debemos decir que hay un entrenamiento para poder estar allí y no morir en el intento. Pues, esta es una travesía que siempre ha generado atracción en la audiencia. Veamos todos los detalles que quizás desconocías de esta producción que verdaderamente expone la cara de lo adverso de los programas de supervivencia.
4El primer entrenamiento de El último superviviente, la mente
El último superviviente tiene que trabajar la mente por encima de cualquier cosa. Es los más complejo, dominar la cabecita para enfrentarse a todo. Y es que, tener la cabeza fría para tomar decisiones en cuestión de segundos, es una da las tarea más complejas que ha tenido el protagonista. En muchos momentos no le han salido bien que digamos, porque le ha ocurrido accidentes en medio de la travesía.
Es más, el trabajo mental consiste en estar consciente que el riesgo estará latente y que la vida corre peligro en todo lo que se hace. Se tiene que exponer a los incidentes, shock, y hasta alergias ante las picaduras de abejas y otros animales. Pero el superviviente afirma que, mantener la calma es un factor clave.
