¿Sabías que el primer registro de la receta de bizcocho data del siglo X a.C y fue descubierto en la tumba de Ramsés III en Egipto? Su nombre proviene del latín bis coctus que significa cocido dos veces; en la antigüedad su preparación era muy diferente a la actual y debía ser llevado al horno 2 veces, con la finalidad de eliminar la mayor cantidad de humedad y así lograr que se conservará por más tiempo.
En el mundo de la repostería los bizcochos son divididos en dos grupos: los bizcochos ligeros, que son los elaborados con los ingredientes básicos, harina, huevo y azúcar, no contienen grasa y tienden a ser mucho más esponjosos.
Y los llamados bizcochos pesados, que son aquellos a los que se les incorpora mantequilla, aceite de oliva virgen extra u otras materias grasas; estos, generalmente son los que llevan además de lo descrito frutas confitadas y chocolate. Por lo general se les agrega un impulsor químico como la levadura o el polvo de hornear para que sean más esponjosos.
La harina es primordial a la hora de preparar un bizcocho; ahora bien, no todas las harinas ofrecen el mismo resultado. Hay harinas que son específicas para diversas preparaciones culinarias y en el caso del bizcocho, con la utilización de la harina correcta se tienen mejores resultados en cuanto a la miga y la esponjosidad.
Tipos de harinas, cuáles son usadas para bizcocho
Las harinas se caracterizan básicamente por dos aspectos: la fuerza y la extracción. La fuerza define la facultad de la harina en generar gluten y según la cantidad de proteína que está contenga tendrá mayor o menor fuerza. Con relación a la extracción, se refiere a la cantidad de ceniza que contiene como resultado de la obtención de la harina blanca. A medida que la harina es más oscura, más integral y con presencia de ceniza es.
Harina común
La harina común es ideal para elaborar diversas preparaciones gastronómicas, entre ellas para rebozar, dar cuerpo a una salsa, hacer una deliciosa salsa bechamel y también para hacer ricos bizcochos.
En el caso de ser utilizada para preparar bizcochos, a la harina común debe añadírsele polvo de hornear o claras de huevos a punto nieve para lograr un resultado esponjoso.
Harina bizcochona
En el caso de la harina comúnmente conocida como bizcochona, esta tiene agregado un impulsor o “fermento” que permite dar con el resultado de esponjosidad deseado sin la necesidad de incorporar polvo de hornear en la preparación del bizcocho.
Harina de repostería
La harina de repostería tiene bajo contenido de proteínas y forma poco gluten, por esta razón es más fácil trabajarla y no es apta para fuertes amasados o preparar pan; mientras que, para la elaboración del bizcocho es ideal, de hecho es usada para los súper esponjosos hotcakes japoneses.
Harina de fuerza
La harina de fuerza es la utilizada generalmente para preparar pan. Esta contiene mayor porcentaje de proteína y es necesario amasarla muy bien para que se vuelva elástica.
Harina extra fuerte
Contiene un gran porcentaje proteico y por lo tanto es más difícil de trabajar. Esta harina es frecuentemente utilizada para preparar pastas caseras.
¿Cuál es la mejor harina para que el bizcocho suba más?
Al ser mucho más refinada, la harina más recomendada para preparar el bizcocho es la de repostería. Su mejor característica es la facilidad que tiene para absorber los líquidos, es suave y permite obtener un bizcocho mucho más esponjado sin grandes adiciones o trabajo adicional.
Esta es una harina mucho más blanca que las otras y al ser tan suelta es necesario tamizarla antes de agregar a la mezcla de los pasteles y bizcochos.
Si quieres un bizcocho fenomenal y realmente esponjoso, no dejes de revisar los tips que te voy a compartir.
Tips que pueden mejorar nuestro bizcocho
Para preparar un bizcocho bien esponjoso y que deleite a todos con su extrema suavidad, textura y sabor, sigue las siguientes recomendaciones.
Huevos frescos
Es muy importante la idónea selección de ingredientes. Empecemos por los huevos, estos deben ser frescos y grandes, su peso debe oscilar entre 55 a 65 gramos para obtener la consistencia ideal. Los más recomendables son los huevos de granja o llamados ecológicos, el aporte de sabor es inigualable.
Harina para bizcocho
La harina de trigo a emplear es muy importante, en el mercado existen muchas variedades y tal como te comentaba la de repostería es la más recomendada; ahora bien, si por alguna razón no cuentas con harina repostera, puedes recurrir a trucos muy fáciles que darán esponjosidad a la que tengas a la mano.
Incorpora las claras a punto de nieve
Cuando incorporas las claras a punto de nieve al final de la preparación de la mezcla, otorgas a esta una buena cantidad de aire que ayudará a que el resultado sea un bizcocho mucho más esponjoso.
Materia grasa en el bizcocho. ¿Incorporarla o no?
Añadir aceite o mantequilla a tu bizcocho dependerá del uso que desees darle al mismo. En el caso de bizcochos usados como base de tortas frías, no es necesario añadir materia grasa en la preparación. Mientras que para bizcochos que se hagan para presentar con coberturas de chocolate fundido por ejemplo, añadir mantequilla a la masa otorga un exquisito sabor.
Para un bizcocho más suave le puedes agregar algo de grasa a tu mezcla, puede ser aceite bien sea de girasol o de oliva virgen extra, pero con mantequilla obtendrás un mejor sabor y consistencia; mientras que si usas aceites líquidos, estos pueden afectar un poco la esponjosidad del bizcocho.
Si decides añadir mantequilla, te recomiendo hacerla siguiendo esta receta que te permitirá hacer una mantequilla casera de una manera muy fácil y sencilla, disfrutando de las propiedades y sabor de su máxima frescura.
Incorporar leche
Puedes incorporar leche a tu mezcla. Para ello debes aumentar la cantidad de harina a emplear para que no quede muy floja la mezcla. La leche le aporta un gran valor nutricional y además mejorará notablemente el sabor de tu bizcocho.
La leche la puedes sustituir por buttermilk para que el bizcocho sea más esponjoso, así mismo le ayuda a mejorar el sabor.