Dentro del mundo del fútbol no es un error decir que el FC Barcelona es uno de los clubes más importantes y prestigiosos que existen. Su historia, repleta de títulos, logros y hazañas impresionantes, ha logrado conmover a millones de personas en todo el mundo, al punto de que se ha convertido en uno de los equipos deportivos con más seguidores. Esa magia que tiene, ese sentir tan propio de Cataluña y la gracia que ha sabido crear desde su filosofía inigualable para jugar al fútbol, en el que el toque y la posesión son las claves del éxito, ya lo han vuelto toda una institución para alabar. Sin embargo, hay algunos aspectos del conjunto azulgrana que no terminan de gustar a muchos fanáticos en general y no tiene que ver su juego, muy admirado; más bien es con su forma de llegar al éxito.
A lo largo de los años se ha ido creando una especie de voz, que algunas veces se escucha muy baja y otras casi como un grito, de que al Barcelona lo tienden a favorecer los árbitros. Obviamente esto nunca se ha comprobado y jamás se hará; pero ya sea por su forma de jugar, que fascina a muchos, la magia de sus futbolistas, o cualquier otra cosa que se pueda ver como positiva, si hay casos de partidos muy extraños que han terminado a favor de los blaugranas. Estos «robos» del Barça ya han quedado para la historia y son realmente muy numerosos; aunque hay tres partidos en particular que todavía escuecen en la memoria de los fanáticos del fútbol en general, pues «la ayuda» arbitral parece tan evidente que casi luce como una broma de mal gusto.
3Ovrebo es muy recordado en Barcelona
Sin duda el mayor «robo» que ha protagonizado el FC Barcelona sucedió no hace mucho, en el 2009, y fue también en las noches mágicas de la Champions League en una semifinales contra el Chelsea. El duelo de ida quedó 0-0; así que todo se decidiría en la vuelta, que en este caso se jugó en Stamford Bridge. Ese partido ha tenido repercusiones de tal magnitud que todavía en el conjunto blue esperan que alguien del equipo catalán algún día acepte que su pase tuvo un gran y único protagonista: Tom Ovrebo. El noruego ese día decidió tragarse el silbato y evitó pitar hasta siete penales, cuatro de ellos muy claros, entre los que hubo dos por manos de Piqué y Eto’o que ciertamente tuvieron que ser pitados; sin embargo, no fue así.
Pese a que Essien había adelantado al Chelsea muy pronto con un verdadero golazo, producto de un disparo desde fuera del área, todo el duelo transcurrió de un solo lado y era el de Ovrebo perdonando penales una y otra vez al Barcelona. Al final, agregó cinco minutos al partido que nadie nunca supo de donde los sacó; pero eso le bastó al equipo azulgrana para que en una jugada agónica lograra lo que parecía que el árbitro noruego quería, un gol del Barça. Iniesta fue el héroe de la noche para cerrar el marcador con un 1-1 que le daba el pase al equipo catalán por el gol de visitante. Con los años Ovrebo ya admitió que se equivocó y que con el VAR el resultado hubiese sido muy distinto; no obstante, el daño ya está hecho y tal vez el Barcelona tiene una Champions League que no merece.