Dentro del mundo del fútbol no es un error decir que el FC Barcelona es uno de los clubes más importantes y prestigiosos que existen. Su historia, repleta de títulos, logros y hazañas impresionantes, ha logrado conmover a millones de personas en todo el mundo, al punto de que se ha convertido en uno de los equipos deportivos con más seguidores. Esa magia que tiene, ese sentir tan propio de Cataluña y la gracia que ha sabido crear desde su filosofía inigualable para jugar al fútbol, en el que el toque y la posesión son las claves del éxito, ya lo han vuelto toda una institución para alabar. Sin embargo, hay algunos aspectos del conjunto azulgrana que no terminan de gustar a muchos fanáticos en general y no tiene que ver su juego, muy admirado; más bien es con su forma de llegar al éxito.
A lo largo de los años se ha ido creando una especie de voz, que algunas veces se escucha muy baja y otras casi como un grito, de que al Barcelona lo tienden a favorecer los árbitros. Obviamente esto nunca se ha comprobado y jamás se hará; pero ya sea por su forma de jugar, que fascina a muchos, la magia de sus futbolistas, o cualquier otra cosa que se pueda ver como positiva, si hay casos de partidos muy extraños que han terminado a favor de los blaugranas. Estos «robos» del Barça ya han quedado para la historia y son realmente muy numerosos; aunque hay tres partidos en particular que todavía escuecen en la memoria de los fanáticos del fútbol en general, pues «la ayuda» arbitral parece tan evidente que casi luce como una broma de mal gusto.
1Ese inolvidable robo al Arsenal
La Champions League ha sido el escenario favorito en el que el Barcelona ha fraguado varios de sus numerosos «robos»; pero si hay uno que más se recuerde fue el que sucedió en la eliminatoria de octavos de final en la edición del 2011. Allí el cuadro azulgrana se midió ante el Arsenal y en la ida cayó de forma merecida por 2-1, con goles de Robin van Persie y de Arshavin. No obstante, en la vuelta es que sucedería la polémica arbitral que le dio el pase a los blaugranas.
El protagonista de ese choque en el Camp Nou sería Massimo Bussacca, pues el árbitro suizo la liaría a lo grande cuando el partido estaba en su momento cumbre. Con el marcador igualado 1-1, pero con el Arsenal dominando y controlando el juego, a Bussacca no se le ocurría nada mejor que poner las cosas interesantes en el minuto 55. En ese momento decidió sacarle su segunda amarilla a van Persie luego de que este pateara cuando ya se había pitado fuera de juego; sin embargo, tal como le indicó el neerlandés, nunca pudo escuchar el silbato pues el ruido era ensordecedor. A pesar de eso, el árbitro no tuvo razón más pequeña para expulsarlo y ya con uno menos, el Barcelona hizo dos goles más para dejar el marcador 3-1 y concretar su pase.