La Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) se opone a que las universidades españolas, tanto públicas como privadas, tengan que ofertar titulaciones en 3 de las 5 ramas de conocimiento para ser consideradas como tal, ya que esta medida «no está vinculada con una mayor calidad del servicio universitario».
Así lo ha concluido el organismo regulador en su informe (que no es vinculante, sino consultivo) sobre el proyecto de Real Decreto que regula la creación, reconocimiento, autorización, adscripción y acreditación de universidades y centros universitarios, documento en el que trabaja el Ministerio de Universidades, y que recoge los requisitos que han de cumplir los centros para ser considerados universidades.
Según la CNMC, «la nueva norma proyectada no innova en lo sustancial el modelo regulatorio vigente, esto es, no utiliza en general nuevos criterios o indicadores de calidad» sino que tiende a «incrementar dichas exigencias» en aras, según se expresa en la Memoria de Análisis de Impacto Normativo (MAIN) del proyecto, de «una elevación del estándar mínimo de calidad de las universidades».
En el mismo sentido, la CNMC considera que la exigencia de ofertar simultáneamente títulos de grado y posgrado, junto con el requisito de que los alumnos matriculados en grados sean, como mínimo, el 50% del total, así como la limitación al número de estudiantes matriculados en títulos de formación permanente (no puede superar el doble de los matriculados en títulos oficiales), también «reducen la capacidad de configurar una oferta especializada en programas de posgrado y en formación permanente, y no queda claro en qué medida estos requisitos promueven una mayor calidad del servicio ofertado».
No obstante, el organismo ve «previsible» que el incremento de los requisitos sí dificulte la creación y reconocimiento de universidades, en concreto, podría tener un «impacto más reseñable sobre los proyectos universitarios más especializados».
Asimismo, el organismo considera que tampoco está vinculada la limitación del peso de los títulos de grado y de la formación permanente con una mayor calidad del servicio universitario. «Estos requisitos pueden reducir la capacidad de especialización de los centros universitarios y su capacidad de aprovechamiento de economías de escala en determinados casos», opina.
RECOMENDACIONES SOBRE OTROS REQUISITOS
Con respecto al resto de requisitos recogidos en el proyecto de Real Decreto, el organismo ha emitido una serie de recomendaciones. Por ejemplo, con respecto a la dotación y capacidad de las bibliotecas, sugiere que cuenten con mecanismos como los préstamos interbibliotecarios y las consultas virtuales a sus fondos bibliográficos.
Del mismo modo, propone que los requisitos de sostenibilidad de las universidades públicas deberían vincularse al cumplimiento de los indicadores de calidad y recomienda mejoras en el sistema de acreditación institucional de los centros universitarios con la posibilidad de utilizar otras vías de acreditación alternativas o valorar si es adecuada la participación del Consejo de Universidades en dicho proceso.
LA INTERVENCIÓN PÚBLICA ESTÁ «JUSTIFICADA»
En su informe, la CNMC reconoce que «existen fallos de mercado e intereses generales que justifican la intervención pública», pero considera que las universidades mejoran su contribución a la sociedad cuando disfrutan de mayor autonomía y se enfrentan a mayores dosis de competencia efectiva. Ello estimula, según el organismo, su contribución a la formación, la innovación y la transferencia de conocimientos.
Por estos motivos, la Comisión aboga por mecanismos que incentiven la competencia entre universidades, como una mayor medición, transparencia sobre el desempeño y resultados. En este sentido, señala que valorar estos puntos permitirá mejorar la capacidad de elección de alumnos y profesores y la comparabilidad entre universidades para animar a la continua mejora de los servicios, en línea con lo que se hace en otros países.
También se sugiere fijar mecanismos de evaluación de resultados a partir de indicadores objetivos y comparables (por ejemplo, en términos de docencia, investigación y transferencia de conocimiento).
Otro mecanismo que propone la CNMC para incentivar la competencia entre universidades reside en la financiación, estableciendo un sistema vinculado en mayor medida a los indicadores de resultado y a la demanda relativa que incentive la consecución de mayores niveles de desempeño.