La vicepresidenta tercera del Gobierno y ministra de Trabajo y Economía Social, Yolanda Díaz, ha tirado de sentido del humor para responder a la denuncia de la CEOE de que la propuesta del Ejecutivo para reformar el mercado laboral es «marxista». «Es tan marxista como la que recomienda el Papa, Biden o la Comisión Europea», ha ironizado Díaz.
La ministra, en declaraciones a RNE, ha afirmado que la reforma laboral en la que trabajan Gobierno y agentes sociales «es un tema de máxima delicadeza», que se lleva negociando meses, y que tiene que estar publicada en el Boletín Oficial del Estado (BOE) antes del 31 de diciembre porque ése es el plazo que «se ha autoimpuesto».
«La CEOE hace lo que tiene que hacer y los sindicatos también», ha apuntado la vicepresidenta, que ha recordado que lo que se va a hacer en la mesa de diálogo sobre la reforma laboral es abordar las recomendaciones de país que ha hecho a España la Comisión Europea. «El diálogo social funciona y yo voy a trabajar para que haya acuerdo», ha asegurado.
Díaz ha señalado que, «más allá de esta caricatura del marxismo» que ha realizado la CEOE en un documento interno acerca de la propuesta del Ministerio sobre la modernización del mercado laboral, agradece mucho el trabajo de los agentes sociales, «que se están tomando en serio» esta negociación.
«Respeto mucho a los agentes sociales, tienen autonomía y lo están demostrando», ha afirmado la vicepresidenta, que ha insistido en que los agentes sociales siempre han estado «a la altura de las circunstancias», aunque en algunas ocasiones supusiera para los sindicatos «desgajarse de sus presuntos partidos de referencia y para la patronal también».
En un acto posterior con la ministra de Derechos Sociales, Ione Belarra, la vicepresidenta tercera ha asegurado que «se dejará la piel» para conseguir un acuerdo con los agentes sociales que combata la precariedad y la temporalidad y que haga que la estabilidad en el empleo sea «la normalidad».
En cualquier caso, ha subrayado que las propuestaes del Ministerio «no deben estar tan desenfocadas» cuando coinciden con las sentencias que viene dictando el Tribunal Superior de Justicia de la Unión Europea (TJUE).