¿Qué es lo peor que te puede pasar al cocinar unas croquetas? Seguramente que se te rompan al freírlas. Estropearás el plato y el propio aceite de la sartén, ¡todo un follón! Para evitar que suceda esto y conseguir que tus croquetas permanezcan ligadas, crujientes por fuera y sabrosas por dentro, sigue los consejos que hoy te damos.
Y es que no hay nada peor que unas croquetas mal hechas, pringosas de aceite o poco consistentes. No es una receta muy difícil, pero hay ciertos pasos que hay que tener siempre en cuenta.
7NO FRÍAS MUCHAS DE UNA VEZ
Otro de los puntos que hay que tener en cuenta a la hora de freír las croquetas es que deben hacerse en tandas pequeñas. Al introducirlas, el aceite pierde temperatura. Ya hemos dicho que con un aceite a más baja temperatura de la citada anteriormente, hará que se estropee el rebozado y puedan romperse.
Para disfrutar de ellas como mandan los cánones solo has de dejarlas escurrir un rato sobre toallas de papel y ¡listo! Antes de freír la siguiente porción es importante que te asegures de que el aceite haya vuelto a alcanzar una temperatura de 170 ° C.