¿Qué es lo peor que te puede pasar al cocinar unas croquetas? Seguramente que se te rompan al freírlas. Estropearás el plato y el propio aceite de la sartén, ¡todo un follón! Para evitar que suceda esto y conseguir que tus croquetas permanezcan ligadas, crujientes por fuera y sabrosas por dentro, sigue los consejos que hoy te damos.
Y es que no hay nada peor que unas croquetas mal hechas, pringosas de aceite o poco consistentes. No es una receta muy difícil, pero hay ciertos pasos que hay que tener siempre en cuenta.
5REBÓZALAS BIEN
Otro de los puntos críticos para que no se te abran las croquetas es hacer un buen rebozado. Recuerda, lo primero, que tu masa ha de estar fría como te explicamos antes. A la hora de ponerlas en el huevo, el huevo debe estar muy bien batido y no deben quedar grumos.
Primero reboza las croquetas con una capa finísima de pan rallado, luego báñalas muy bien de huevo y por último pásalas otra vez por pan rallado, pero sin pasarte -porque quedará un mazacote-. Tras recubrirlas bien déjalas reposar por 10, 15 minutos para que cojan cuerpo y el pan se adhiera por completo a la masa.