La ministra de Educación y Formación Profesional, Isabel Celaá, ha defendido este lunes que «la educación es la auténtica plataforma de emancipación social», ya que «gracias a ella se ha podido ganar autonomía, acceder al empleo y hacer cambiar las relaciones de género».
La ministra ha formado parte este lunes de la mesa inaugural del seminario ‘Educar para la igualdad. El único camino’, dentro del marco de la XIX edición de los cursos de verano de la UPO en Carmona (Sevilla).
Con respecto a si el sistema educativo actual propicia la igualdad efectiva entre hombres y mujeres, Celaá ha indicado en una entrevista a la UPO que el acceso igualitario a la educación y la permanencia en el sistema «están garantizados».
Ha explicado que, en líneas generales, las niñas y las jóvenes obtienen mejores resultados académicos que niños y jóvenes, pero ha afirmado que se debe «seguir trabajando para eliminar los sesgos de género que aún tienen determinadas materias o estudios».
En relación a esto, ha ofrecido varios datos: las mujeres son el 53,5% en Bachillerato, pero sigue habiendo diferencias entre itinerarios: en Artes son el 70,2%; en Humanidades el 63,6% y en Ciencias, el 47,3%. Son solo el 11,4% del alumnado de Formación Profesional en las familias de Informática y Comunicaciones, el 9,4% en Fabricación Mecánica y el 4,8% en Electricidad y Electrónica.
La situación es similar en los grados y másteres universitarios: solo un 12,9% de los estudiantes de Informática son mujeres y en las carreras relacionadas con Ingeniería, Industria y Construcción son el 28,5%.
Para combatir este desequilibrio, Celaá ha explicado que el ministerio de Educación y Formación Profesional ha impulsado la ‘Alianza Steam: niñas en pie de ciencia’, una iniciativa a la que se han adherido ya más de medio centenar de empresas e instituciones para despertar en niñas y jóvenes vocaciones en Ciencia, Tecnología, Ingeniería y Matemáticas en conexión con las Artes y Humanidades. «Además en la Lomloe se recogen diferentes medidas para impulsar la igualdad efectiva», ha añadido.
Celaá ha considerado «imprescindible» fomentar en las niñas y jóvenes la idea de que «pueden llegar hasta donde quieran, hasta el máximo de sus capacidades y poner a su alcance los medios necesarios para que lo consigan».
Sobre que las mujeres «se vean penalizadas laboralmente por la maternidad», ha destacado que se van a «crear 65.000 plazas públicas de educación de cero a tres años en los próximos tres años». «Primero, porque la escolarización temprana mejora el rendimiento educativo en etapas posteriores y reduce las desigualdades sociales, pero también porque sin duda facilitará que muchas mujeres puedan hacer compatible la maternidad con un puesto de trabajo», ha argumentado.
Respecto a la violencia de género, la ministra ha manifestado que «la violencia contra las mujeres por el hecho de serlo es una realidad tan constatable como insoportable». «Es la mayor y más dramática expresión de la desigualdad», ha apostillado.
Para intentar atajarla, Celaá ha propuesto actuar en todos los ámbitos y, de forma muy especial, en el educativo. Según un estudio reciente de la profesora María José Díaz-Aguado, en el que han participado más de 10.000 menores de 14 a 18 años, trabajar la prevención de la violencia de género en la escuela reduce a la tercera parte la posibilidad de que los chicos la ejerzan. «Debemos por tanto trabajarla más y trabajarla mejor. Debemos seguir avanzando en igualdad», ha señalado la ministra.
Respecto a la dificultad en el desarrollo del curso académico por las circunstancias impuestas por la pandemia, Celaá ha agradecido el trabajo de toda la comunidad educativa. «Si algo hemos logrado entre todos es que la educación escale varios puestos en la agenda política y social de este país, las familias han mirado a la enseñanza, se han dado cuenta de que, cuando no funciona, hay un problema inmenso, pero también nos deja la lección de que la presencialidad es insustituible», ha sostenido.
En esta línea, la ministra ha indicado que «no se puede bajar la guardia» porque la pandemia sigue aquí y, por ello, ha afirmado que en «el próximo curso se deben mantener medidas de protección y control, como las mascarillas en el aula y la ventilación frecuente, que han permitido mantener la escuela abierta este curso».
Sobre la repercusión que ha tenido la pandemia en el aprendizaje, Celaá ha afirmado que «se deben paliar las carencias educativas que tiene parte del alumnado». «Por eso es tan importante que continúen los docentes extra que se han contratado durante este curso que acaba de concluir», ha apuntado.
En cuanto a si la Universidad española está adaptada a la realidad del mercado laboral, la ministra ha destacado que, actualmente, «se producen cambios vertiginosos» y, por lo tanto, «los jóvenes deben formarse a lo largo de toda su vida y prepararse para desempeñar diferentes puestos de trabajo, quizá de ámbitos distintos también».
Para ello, «es importante que adquieran la mejor formación, ese es el gran reto que tenemos todas las autoridades educativas, desde la educación infantil hasta la educación superior». «La Universidad española sin duda se está adaptando a esta realidad, un objetivo complejo sin duda, pero inaplazable», ha asegurado.
Por último, la ministra ha apuntado que desde que asumió la cartera de Educación y Formación Profesional en 2018, «se ha estado llevando a cabo la gran transformación que el sistema educativo necesita». «Tenemos ya una ley educativa, aprobada por mayoría absoluta con el apoyo de siete fuerzas políticas en diciembre de 2020, y hace unas semanas presenté al Consejo de Ministros el texto de anteproyecto de lo que será la nueva ley de Ordenación e Integración de la Formación Profesional», ha remarcado.
Ha subrayado que «se han comenzado ya los trabajos para desarrollar la carrera profesional docente y se están poniendo en marcha también el Plan de Formación Profesional que, junto con la ley, supondrá la transformación radical de estas enseñanzas en una formación de primer nivel». «Tenemos por tanto proyectos y tenemos inversión, y un trabajo apasionante para situar a nuestro país en la vanguardia educativa», ha concluido.