Chaz Powell era un guía de expediciones en el Reino Unido, quien se había quedado sin suministro de agua y no tenía manera de llegar hasta el río en el sitio donde se encontraba. La terrible experiencia que vivió un guía de expediciones que quedó varado sin una gota de agua, un recurso que muchos de nosotros damos por sentado y no lo apreciamos como deberíamos, nos puede ayudar cómo aprender a evitar los efectos de un golpe de calor.
La situación es tal preocupante y tan dejada de lado que la AEMET puso en marcha un plan para integrar los avisos por ola de calor en España. Lo que el guía de expediciones Chaz nos dice sobre su terrible experiencia es “No puedo describir la gran sed que tenía y el cansancio que sentía en todo mi cuerpo«.
1Los efectos de la deshidratación
«Comencé a sentirme realmente mal, la temperatura corporal era una total locura. Sentía que moriría de calor en ese lugar”. Esta terrible pesadilla que Powell experimentó a lo largo del río Zambeze en el país de África mientras que emprendía un viaje comenzó al quedarse sin agua.
En el mundo, alrededor de unas 1.100 millones de personas actualmente carecen de un suministro regular de agua potable, y 2.700 millones sufren de muchas dificultades y desafíos para poder conseguirlo al menos un mes al año. En definitiva, cuando una persona se queda sin agua con la cual hidratar su cuerpo y calmar el calor, las cosas pueden comenzar a ponerse muy feas.
