Nuestros huesos, músculos y articulaciones trabajan juntos de manera coordinada para mover nuestro cuerpo y darle estabilidad. Los tendones y ligamentos también juegan un papel importante aquí: los tendones conectan los músculos con los huesos, lo que nos permite movernos, y los ligamentos ayudan a mantener las cosas en su lugar.
¿QUÉ SON LOS LIGAMENTOS Y QUÉ HACEN?
Los ligamentos están hechos de tejido conectivo que tiene muchas fibras de colágeno fuertes. Se encuentran en diferentes formas y tamaños en el cuerpo. Algunos parecen trozos de cuerda, otros parecen bandas anchas o estrechas. También hay ligamentos en forma de arco.
Los ligamentos a menudo conectan dos huesos, particularmente en las articulaciones: como correas o cuerdas fuertes y firmemente adheridas, estabilizan la articulación o mantienen unidos los extremos de dos huesos. Esto asegura que los huesos de la articulación no se tuerzan demasiado ni se separen demasiado y se disloquen.
Pero también hay algunos ligamentos que no están conectados a los huesos. Por ejemplo, algunos se aseguran de que los órganos internos se mantengan en su lugar. Un ejemplo típico es el útero, que se mantiene en la posición correcta en la pelvis mediante ligamentos.
Los ligamentos también pueden conectar dos o más órganos entre sí. Por ejemplo, el hígado, el intestino y el estómago se mantienen en su lugar mediante ligamentos en la cavidad abdominal.
Estructuras sensibles
Estos ligamentos a menudo tienen estructuras sensibles como vasos sanguíneos o conductos de glándulas que los atraviesan. El fuerte tejido conectivo de los ligamentos protege estas estructuras y evita que se doblen, retuerzan o se desgarren.
Independientemente de si conectan huesos u órganos entre sí, los ligamentos ayudan a mantener la estabilidad en el cuerpo. Su función se refleja en su nombre, que proviene de «ligare», la palabra latina para «atar» o «atar».
Los ligamentos son componentes de tejido blando del sistema musculoesquelético. Comparten esta categorización de tejidos blandos con tendones y fascias, ya que todos están hechos de tejido conectivo.
La diferencia entre ligamentos y tendones radica simplemente en el tipo de elementos que conectan y sostienen:
- Los ligamentos conectan dos huesos y estabilizan órganos;
- Los tendones conectan el músculo al hueso;
- Las fascias conectan el músculo a otro músculo.
HISTOLOGÍA
Los ligamentos están hechos de tejido conectivo regular denso. Esto implica dos de las propiedades histológicas que tiene este tejido:
- Sus fibras están densamente empaquetadas unas junto a otras y dejan muy poco espacio abierto entre ellas.
- Las fibras están dispuestas paralelas (regularmente) entre sí. Dado que los ligamentos se estiran en una dirección predecible, esta disposición es paralela a esa dirección y les da a los ligamentos la máxima resistencia para resistir el estrés mecánico y prevenir lesiones.
- Las fibras que componen los ligamentos son fibras elásticas o de colágeno, y ambos tipos son sintetizados por fibroblastos, que son el principal tipo de células del tejido conectivo. Según el tipo de fibra que se encuentra principalmente en el tejido, existen ligamentos blancos y amarillos.
Los ligamentos blancos pueden ser rígidos cuando la mayor parte de la matriz extracelular está hecha de fibras de colágeno tipo I, como el ligamento cruzado anterior de la rodilla. Por otro lado, los ligamentos amarillos (elásticos) están compuestos principalmente por fibras elásticas, como el ligamento amarillo en la columna vertebral.
Debido a esta diferencia histológica, los ligamentos amarillos son mucho más elásticos que los ligamentos blancos.
Por ejemplo, una rotación repentina de 30 grados hacia adentro de la rodilla puede hacer que el ligamento cruzado anterior se desgarre, mientras que el ligamento amarillo puede manejar cualquier ángulo posible de flexión espinal sin desgarrarse.
Por lo tanto, la elasticidad del ligamento amarillo es muy importante para sostener la columna vertebral y ayudarla a recuperar la postura erguida después de la flexión o extensión.
CÉLULAS Y LA MATRIZ EXTRACELULAR
Histológicamente, como cualquier otro tejido, los ligamentos también consisten en las células y la matriz extracelular (MEC) que producen. Los fibroblastos son las células dominantes y producen las fibras que componen la ECM. Las fibras dentro de los ligamentos están densamente empaquetadas y dispuestas en paralelo, por lo que este tejido se denomina tejido conectivo regular denso.
Esta densa disposición fibrilar proporciona la máxima resistencia a los ligamentos y aumenta la resistencia a las fuerzas de estiramiento que se producen durante el movimiento. Si el componente fibrilar principal estuviera compuesto por fibras de colágeno, el ligamento sería más rígido y resistente al estiramiento.
Esto es útil para sostener las articulaciones y evitar que las superficies articuladas se disloquen. Por otro lado, si las fibras son mayoritariamente elásticas, el ligamento podrá estirarse más y permitir un rango de movimiento más amplio, pero también durante ese estiramiento, para generar la fuerza elástica necesaria para retomar la posición primaria.
LIGAMENTOS DE ARTICULACIÓN
Estos ligamentos también se denominan ligamentos «verdaderos» porque conectan dos huesos articulados en oposición a los ligamentos peritoneales que conectan las vísceras con las vísceras o las vísceras con la pared abdominal.
Los ligamentos de articulación participan en la estabilización de las articulaciones en función de su posición dentro de la articulación, pero también pueden limitar ciertos movimientos.
Además de conectar los dos huesos y estabilizar su articulación, los ligamentos tienen funciones adicionales:
- Extender la superficie que proporciona el hueso para la unión de los músculos (ligamentos interóseos en la pierna y el antebrazo).
- Evitar que los tendones aparezcan cuando una determinada articulación está flexionada o extendida (retináculo flexor en la muñeca)
- Algunos ligamentos tienen diferentes formas, como placas ovaladas llamadas discos articulares pegadas entre los huesos (disco triangular de la articulación de la muñeca, disco intervertebral de la columna vertebral).
Ten en cuenta que los discos articulares permiten una distribución más uniforme de las fuerzas entre las superficies articulares de los huesos y aumentan la estabilidad de las articulaciones.