En épocas de calor, una fresca limonada fría cae perfecta y si está endulzada con leche condensada su sabor escala otro nivel y se convierte en todo un placer. Una de las bondades de esta bebida sumamente refrescante es lo fácil que es prepararla y los pocos ingredientes que se necesitan para su preparación.
El consumo de limonada para paliar las altas temperaturas ya era común en el siglo X. En Egipto y países árabes, era frecuente consumir agua saborizada con limón y miel, mientras que en Mongolia y Costas del Mediterráneo, era un deleite usar el limón como base en la preparación de bebidas suavemente embriagantes.
Para el siglo XVII el consumo de limonada era tan común, que en Francia se contabilizaban por montones a los “limonadiers”, personas que de forma ambulante comercializaban es ta bebida a un precio accesible al público.
Ya en el siglo XVIII, la limonada llegaría a América para instaurarse como la favorita entre muchas bebidas. En 1870 Lucy Ware Webb Hayes, esposa del presidente Rutherford B. Hayes y primera dama en tener un título universitario, se opuso al consumo de bebidas alcohólicas en la Casa Blanca, ello derivo en que el consumo de la limonada se popularizara y que a partir de ese momento comenzarán a inventarse los extractores de jugo y otros artefactos para facilitar su preparación.
Limonada con leche condensada o limonada Brasileña
La limonada con leche condensada también es conocida como limonada Brasileña, esto haciendo honor a su sitio de origen. El limón de Brasil es de sabor un poco más suave y parecido a la lima, por lo que esta combinación causo sensación.
Por lo general evitamos mezclar lácteos con cítricos, ya que estos hacen que los lácteos se cuajen y corten; sin embargo, como en todas las recetas, las proporciones exactas y técnicas generan los mejores resultados.
La textura y sabor de la limonada con leche condensada es muy diferente a la limonada convencional, es más espesa y la proporción de agua que se le añade logra el equilibrio perfecto entre el lácteo y el cítrico.
Una de las condiciones para que esta limonada resulte realmente seductora es servirla muy fría, añadiendo mucho hielo picado; de esta forma será refrescante e hidratante al máximo.
Gracias a su alto contenido de vitamina C, la limonada es una aliada perfecta para mantenerte fresco durante los días calurosos y a su vez conservar un sistema inmune en excelente estado.
Limonada con leche condensada, así se hace
Hacer esta refrescante bebida en casa no es para nada complicado, de hecho si no tienes leche condensada, también puedes hacerla en casa siguiendo esta sencilla receta. Y si deseas aprovechar el impulso, ya que tendrás una rica leche condensada casera puedes utilizarla para hacer un cremoso helado casero con solo dos ingredientes.
Teniendo siempre limones en casa, puedes tener un aliado de la salud de manera permanente en tu cocina, además puedes preparar deliciosos platillos, como esta crema de limón que te sacará de cualquier apuro.
Verás lo sencillo que es preparar esta deliciosa limonada en casa.
Ingredientes para una refrescante limonada con leche condensada
- Limones 4 unidades
- Azúcar 180 gramos
- Agua fría 800 ml
- Leche condensada 120 ml
Preparación
1.- Lava muy bien los limones y córtalos en cuartos. Es importante lavarlos muy bien, ya que se licúan con su piel.
2.- Coloca los limones cortados en la licuadora y añade un poco de agua, el azúcar y la leche condensada. Comienza a licuar hasta que observes que los limones se deshacen, es importante no licuar demasiado.
3.- Procede a colar la limonada sobre una jarra, de esta forma eliminas los restos de limón.
4.- Termina de incorporar el agua restante y mezcla muy bien, verifica el dulzor y si es necesario añade más azúcar.
5.- Sirve la limonada en vasos con abundante hielo picado y disfrútala.
Puedes dar un toque exótico a tu limonada con leche condensada y añadirle mucho más color, sabor y un toque de originalidad con un truco muy sencillo:
Toma fresas, trozos de mango o incluso rebanadas delgadas de limón azucarado y colócalas en cubeteras para hacer hielo, cúbrelas con un poco de agua y déjalas congelar perfectamente.
Cuando sirvas la limonada añade estos cubos de hielo con frutas dentro del vaso, tus invitados se llevaran la sorpresa de que mientras disfrutan su bebida, conseguirán restos de fruta congelada que añadirán una rica textura y sabor adicional.
Beneficios del consumo de limonada
El limón es utilizado en muchas comidas y bebidas, su toque justo de acidez añade a los alimentos un toque de sabor delicioso y saludable.
- La limonada no solo ha sido utilizada como una bebida refrescante, sino que también es empleada para el tratamiento de resfriados y gripes gracias a su alto contenido de vitamina C. El limón es un excelente bactericida, antioxidante y también depurador de toxinas.
- Al tomar limonada, estás brindando a tu cuerpo vitaminas del complejo B, vitamina P y vitamina C. Así mismo estás consumiendo minerales como calcio, sodio, flúor, hierro, magnesio, potasio y fósforo.
- Una limonada al día contribuye a mantenerte hidratado.
- Tomar limonada caliente en ayunas contribuye a bajar de peso.
- Gracias a la presencia de fitonutrientes, la limonada previene la oxidación de las células y retarda el envejecimiento.
- Con tan solo medio limón, obtienes más de una sexta parte de las cantidades recomendadas de vitamina C al día.
- Mejora tu presión arterial gracias a su contenido de potasio.
- Disminuye las posibilidades de desarrollar cálculos renales.
- Aumenta las defensas naturales del organismo, por lo que es efectivo no solo para combatir resfriados comunes, sino también diferentes patógenos.
- Contiene anticancerígenos naturales que evitan la división y proliferación de células malignas en tu organismo.
En su cáscara, el limón contiene flavonoides y a la importante tengeretina. La tengeretina es un súper fitonutriente que ayuda a conservar la salud del sistema nervioso y el cerebro; mientras que al mismo tiempo, protege contra el párkinson y equilibra el pH del organismo alcalinizándolo.