El interior de un coche puede alcanzar los 50 grados centígrados si se deja al sol durante una hora en verano, según se desprende de un estudio elaborado por la Sociedad Española de Atención al Paciente Crítico (Seapc) y la empresa tecnológica enfocada en la seguridad vial infantil Rivekids.
En este sentido, ambas firmas han alertado de que dejar a un bebé, a un niño pequeño o a una mascota durante una hora en el interior de un coche sin refrigeración, con 31 grados en el exterior, podría acabar con su vida, al sufrir un golpe de calor, ya que el vehículo habría alcanzado cerca de 50 grados.
«La hipertermia mayor de 40 grados de origen ambiental provoca afectación progresiva de muchos órganos: muscular, cardiovascular, renal, pulmonar o neurológico, llevando a la muerte del niño, ya que, temperaturas por encima de 42 grados, conllevan la muerte celular», ha advertido el presidente de Seapc, José María Arévalo La Calle.
En los momentos centrales del día, en dos horas un automóvil al sol puede alcanzar casi los 60 grados cuando en el exterior la temperatura es de 32 grados.
«Con el comienzo del verano llegan a España meses en los que las temperaturas diurnas aumentan mucho y en consecuencia pueden afectar a la salud de los usuarios de vehículos, especialmente a los más pequeños, donde literalmente sus vidas corren serio peligro», ha indicado el director general de Rivekids, José Lagunar.
Por ello, Seapc y Rivekids abogan por no dejar nunca a un niño en el interior del coche solo, ni tampoco a mascotas. Además, para evitar un golpe de calor es recomendable cubrir el sistema de retención infantil cuando no está el niño con una funda anticalórica y rebajar la temperatura del interior del coche antes de montar al niño o al bebé en el interior del automóvil.
AFECTACIÓN AL VEHÍCULO
Sin embargo, el calor no solo puede afectar a los pasajeros del coche, sino también al propio vehículo. Según recoge en un comunicado la empresa de renting y gestión de flotas ALD Automotive, cuando la temperatura supera los 40 grados, aumenta la intensidad de evaporación del aceite del motor del coche, por lo que es importante revisar el nivel para que el sistema no pierda eficacia.
Por otro lado, el calor también hace que los neumáticos se dilaten más, por lo que es recomendable llevarlos con la presión mínima establecida, con el fin de evitar pinchazos. También cabe verificar el nivel de líquido refrigerante del motor, para evitar que este se caliente el mismo.
Entre otras prácticas, comprobar el estado del líquido de frenos y el sistema de climatización del coche antes de viajar harán que el trayecto sea más seguro.