El conselleiro de Sanidade, Julio García Comesaña, ha cifrado en torno a 50 los casos de covid-19 en Galicia asociados a los viajes de fin de curso a Mallorca, de los cuales 30, el «núcleo mayor», se localiza en la ciudad de Pontevedra.
En cuanto al resto, a falta de que se concrete en los próximos días el alcance del brote, están repartidos entre Vigo, Ourense y Lugo. En esta última ciudad, hay confirmados hasta el momento 10 positivos entre jóvenes –cinco en el IES Leiras Pulpeiro y otros cinco del Colegio San José– y dos entre sus padres.
A preguntas de los medios tras visitar este viernes el Hospital Clínico de Santiago, el titular de Sanidade de la Xunta ha explicado que su departamento espera tener «en las próximas horas el mapa de los centros educativos» que tuvieron algún vínculo con estos viajes a Mallorca.
A raíz de esto, se elaborará un listado de personas con las que el Servizo Galego de Saúde (Sergas) contactará a través de una llamada telefónica para comunicarles «que podrían ser contactos» y así poder hacerles «cuanto antes la prueba correspondiente y, de ser el caso, someterlos a la cuarentena establecida».
RELACIONA EL BROTE CON EL AUMENTO DE CONTAGIOS EN GALICIA
García Comesaña también ha relacionado el aumento de los casos activos y los repuntes en los contagios en los últimos días en toda Galicia con brote que afecta no solo a los alumnos que viajaron hasta las Islas Baleares, sino también a familiares. Además, el Sergas ha confirmado que se tratan de positivos tanto de la variante británica como de la delta.
Precisamente, la anteriormente conocida como cepa india se había localizado en los dos barcos que permanecieron cuarentenados hace un mes en el puerto de Vigo –algunos de los afectados, llegaron a necesitar ingreso hospitalario– y en una mujer que había vuelto de un viaje a la India. Ahora, los nuevos contagios de esta variante están «asociados a estos viajes» a Mallorca, ha dicho el conselleiro.
Se trata de un brote del cual «ni en los peores momentos» de la pandemia se tuvo conocimiento, según ha manifestado García Comesaña, ya que podría alcanzar los «400 casos derivados» en toda España. «Tiene unas dimensiones que no estábamos acostumbrados a manejar», ha reconocido.
Así, sobre si a la Consellería le preocupa el impacto que pueda tener sobre la incidencia, ha respondido que «cualquier incremento» e incluso «cuando el descenso es más lento» la Xunta ya se pone en alerta.
«COEXISTIR» CON LA RELAJACIÓN DE MEDIDAS
Ante esta situación, teniendo en cuenta que este sábado se aliviará en España el uso obligatorio de la mascarilla, García Comesaña ha apostado por «hacer coexistir la relajación de algunas medidas» que tienen su causa en «la buena situación epidemiológica» que había «hasta ahora».
En este sentido, ha subrayado que «tenía sentido» relajar el uso de la mascarilla en exteriores «cuando uno está solo», aunque manteniendo la obligatoriedad de llevarla al aire libre cuando no sea posible mantener la distancia y en interiores. «Además, hay que llevarla siempre encima», ha apuntado el conselleiro.
De igual modo, sobre si el brote asociado a los viajes a Mallorca hará variar el calendario de reapertura del ocio nocturno, previsto para el 1 de julio, ha abogado por mantener la fecha porque, de acuerdo con el protocolo establecido y testado en las pruebas piloto, es un entorno «desde luego más seguro que los botellones» y que las «aglomeraciones en la calle sin ningún tipo de control».
No en vano, el titular de Sanidade también ha confirmado que su departamento trabaja «en la hipótesis de la recomendación de que no se hagan» los viajes estudiantiles a Baleares en los próximos días.
FRANJAS DE EDAD QUE «NO ESTÁN EXENTAS DE RIESGO»
Más allá de la incidencia que puede tener este brote en la gente joven, el conselleiro ha señalado que «no están exentos de riesgo» franjas de edad más altas como la de los mayores de 60 que no recibieron todavía la segunda dosis de AstraZeneca, ya que hay que esperar «entre 10 y 12 semanas» desde la administración de la primera.
Asimismo, aunque ahora el Sergas está «acabando» con la década entre 40 y 49 años, tan solo cuentan con «la primera dosis» y entre las franjas más jóvenes la preocupación es todavía mayor, porque la mayoría están todavía sin vacunar –a excepción de médicos, profesores y otras profesiones esenciales–.
Por eso, el conselleiro de Sanidade ha insistido en la importancia de que «todos los colectivos», pero «en particular» los menores de 40, «sigan manteniendo las precauciones».