El secretario general y portavoz de la Conferencia Episcopal Española (CEE), Luis Argüello, ha pedido a los políticos condenados por el ‘procés’ e indultados que «indulten también» ellos a «los catalanes a los que llaman traidores», y ha aconsejado a uno de los indultados, Oriol Junqueras, que «escuche a la otra parte» en la mesa de negociación y respete «la verdad, la humildad y la caridad».
«Pediríamos a los indultados que se indulten ellos también a sí mismos pensando en poder tener otra visión para el bien común de Cataluña, de los catalanes, de los que piensan de una manera y otra, pueden pedir tener una orientación diferente, que indulten a esos catalanes, que indulten a esos a los que llaman traidores porque tiene una visión distinta, porque defienden la Constitución, porque quieren permanecer unidos a España», ha subrayado Argüello en una entrevista en La Noche en 24 horas de RTVE.
Asimismo, les ha reclamado que indulten, «cómo no, a la sociedad española y al Estado español en todas sus instituciones, para no poder seguir diciendo que España nos roba o que España es un Estado opresor».
Desde ahí, el portavoz de los obispos ha subrayado que es imprescindible el «clima de amistad civil y de fraternidad», no para empezar las cosas «desde cero» sino para que sea posible «un entendimiento, pero no desde el sentimiento». «No vale decir yo me siento tal cosa y cambio mi DNI, me dejo de sentir catalán, español o europeo, sino que hay una historia compartida, un marco legal, que los españoles de las diversas nacionalidades y regiones hemos vivido juntos», ha enfatizado.
También ha insistido en la necesidad de que los indultados «superen posturas inamovibles», es decir, que no se opongan a sentarse a la mesa de diálogo «diciendo si no se habla de autodeterminación y referéndum, si no se habla solo de independencia, no es posible entenderse».
Los obispos catalanes han hablado de ir más allá del cumplimiento de la ley pero nunca menos del cumplimiento de la ley, han hablado de la importancia de la justicia y de que no haya actitudes inamovibles y, desgraciadamente, hemos visto cómo los indultados, inmediatamente después de salir de prisión manifiestan actitudes poco dóciles a una movilidad», ha explicado.
Igualmente, ha rechazado las «posturas inamovibles» de quienes «no reconocen que en la realidad de Cataluña existen criterios y sensibilidades diferentes» y que «es necesario ponderarlas, abordarlas, dialogar» aceptando como base «indispensable» un «marco normativo común».
Preguntado por las críticas recibidas por los obispos tras respaldar la nota de los obispos catalanes, que se mostraron a favor de los indultos, Argüello ha precisado que no quieren entrar en «soluciones políticas concretas de cómo puede articularse la nación española» pero «sí dar un criterio ético relacionado con la Doctrina Social de la Iglesia» y ofrecer su «experiencia» de formar parte de una realidad católica universal en cada iglesia particular.
«Esta experiencia de vivir lo universal y particular nos parece posible porque aceptamos un credo común, y creo que también es posible que las regiones y nacionalidades en España puedan abordar y vivir sus diversidades en un proyecto común, en un mundo global, en la UE, aceptando un marco normativo, e incluso desde este, entender que haya grupos de personas que puedan pensar que la organización pueda ser de otra manera», ha precisado.
BUSCAR PUNTOS DE ACUERDO Y TENER EN CUENTA A LOS MÁS POBRES
Preguntado por qué consejo le daría a Oriol Junqueras, que se ha declarado católico practicante, de cara a la mesa de negociación, el portavoz de los obispos le ha aconsejado «escuchar lo que la otra parte dice, buscar posibles puntos de acuerdo por pequeños que sean» y «aceptar el marco normativo para encauzar desde él cuestiones en las que no se esté de acuerdo, incluida la modificación del marco normativo».
«Le aconsejaría al señor Junqueras, como a cualquier político de cualquier lugar el respeto a la verdad, al logos y no solo al sentimiento, respeto a la humildad y a la caridad, que tiene que ver con el bien común y que se tenga en cuenta a los más pobres. No queramos construir una sociedad que se separe de otras sociedades quizá impulsados por criterios económicos, intereses particulares en los que no tengamos en cuenta las consecuencias para las personas empobrecidas, las clases trabajadoras de Cataluña y el resto de España», ha zanjado Argüello.