No hay quien pueda resistirse a unas buenas croquetas con jamón. Aunque se trate originalmente de un producto francés, en España se ha perfeccionado en los últimos tiempos el arte ‘croquetil’ y ahora nada tienen que envidiar a las del país vecino.
Y ya sabes que no son lo mismo unas croquetas congeladas de fabricación industrial que unas caseras. No saben igual. Así que lo mejor que puedes hacer es prepararlas tú en casa y luego congelarlas, pero para ello necesitas seguir los consejos que hoy te damos. Solo así lograrás mantener todo su sabor.
1QUÉ SON LAS CROQUETAS
Las croquetas son un elemento básico en los menús de tapas españolas. Estos “buñuelos” franceses (sí, franceses) de bechamel ligeramente empanados y fritos en aceite se pueden rellenar de mil maneras, lo que convierte este plato en un acierto seguro como aperitivo o merienda, con una copa de cerveza o vino.
Aunque no te lo creas por lo arraigadas que están, las croquetas no llegaron a la península hasta finales del siglo XIX. De hecho, la primera receta de la croqueta se originó en Francia cuando Louis de Bechamel, un aristócrata encargado de la cocina del rey Luis XIV, creó la popular salsa bechamel y se le ocurrió la gran idea de recubrirla con una capa crujiente.