Un derrame cerebral o ictus puede manifestarse como un dolor de cabeza repentino severo, parálisis o trastornos del habla. Surgen porque parte del cerebro ya no recibe suficiente sangre.
¿QUÉ ES UN ICTUS?
Se produce una pérdida de la función cerebral con la muerte de las células cerebrales. Esto puede incluir deterioro de la capacidad con el movimiento, el habla, el pensamiento y la memoria, los intestinos y la vejiga, la alimentación, el control emocional y otras funciones vitales del cuerpo.
Los síntomas que se presentan dependen principalmente de la zona del cerebro afectada.
El accidente cerebrovascular o ictus es una emergencia que requiere atención inmediata. A menudo se le llama apoplejía, el nombre médico es apoplejía.
SÍNTOMAS DEL ICTUS
Los signos comunes de un ictus son debilidad repentina, entumecimiento y parálisis, trastornos del habla, pérdida del campo visual, mareos e inestabilidad, así como dolores de cabeza intensos.
Por lo general, solo se ve afectado un lado del cuerpo, por lo que, por ejemplo, el brazo derecho y / o la pierna derecha ya no se pueden mover correctamente. También es posible que se presenten náuseas y vómitos.
CAUSAS
La mayoría de los ictus son provocados por un coágulo de sangre que bloquea un vaso en el cerebro. Estos coágulos pueden formarse en el propio cerebro, por ejemplo, a partir de cambios inflamatorios en la pared de una arteria.
Sin embargo, con mayor frecuencia, provienen de otra parte del cuerpo y se transportan al cerebro a través del torrente sanguíneo, donde luego bloquean un vaso. Un accidente cerebrovascular que resulta de un vaso sanguíneo bloqueado se denomina accidente cerebrovascular isquémico.
La segunda causa, menos común, es el sangrado en el cerebro, por ejemplo, porque un vaso sanguíneo se rompe y la sangre se filtra al tejido cerebral.
Ambas causas hacen que un área del cerebro ya no reciba suficiente oxígeno. Cuanto más rápido se pueda lograr el tratamiento y se restaure el suministro de oxígeno, mayores serán las posibilidades de que el daño al cerebro siga siendo lo más pequeño posible.
FACTORES DE RIESGO
En las personas sanas, muy raramente se forman coágulos en los vasos sanguíneos. Sin embargo, ciertas enfermedades y predisposiciones hereditarias pueden aumentar el riesgo de sufrir un derrame cerebral. Estos incluyen, por ejemplo, presión arterial alta y fibrilación auricular persistente.
Si se presentan síntomas típicos de un ictus que desaparecen por sí solos después de unas horas, puede tratarse de un ataque isquémico transitorio (AIT). Se forma un coágulo de sangre, pero se disuelve por sí solo antes de que el cerebro se dañe más. Un ataque isquémico transitorio indica un mayor riesgo de accidente cerebrovascular.
FRECUENCIA Y CURSO
Aproximadamente 1 de cada 1000 personas sufrirá un accidente cerebrovascular en su vida. El riesgo aumenta con la edad: aproximadamente 20 de cada 1000 personas mayores de 85 años se ven afectadas.
La mayoría de las personas sobreviven a un derrame cerebral. Sin embargo, puede causar parálisis o problemas con diversas funciones físicas, como hablar.
Los síntomas como la parálisis a menudo mejoran con el tiempo, pero también pueden persistir de forma permanente. Por tanto, las consecuencias psicológicas como la depresión no son infrecuentes.
Después de un ictus, también aumenta el riesgo de otro accidente cerebrovascular. Aproximadamente 40 de cada 100 personas que han sobrevivido a un accidente cerebrovascular tendrán otro accidente cerebrovascular dentro de los diez años.
El riesgo es particularmente alto durante los primeros seis meses. Pero otras enfermedades cardiovasculares, como los ataques cardíacos, también son más comunes cuando alguien ya ha sufrido un derrame cerebral.
DIAGNÓSTICO
Un derrame cerebral es una emergencia. En caso de sospecha, es importante llamar a un médico de emergencia de inmediato, ¡y no esperar a que los síntomas desaparezcan nuevamente!
Después de los exámenes iniciales realizados por el médico de urgencias, los afectados son trasladados a un hospital especializado en accidentes cerebrovasculares, si es posible, siempre que se pueda llegar a él con la suficiente rapidez.
Inmediatamente se realizan exámenes integrales para determinar la causa de los síntomas y poder iniciar el tratamiento rápidamente. Esto a menudo incluye imágenes por computadora o por resonancia magnética.
PREVENCIÓN
Si tiene sentido una prevención especial contra un accidente cerebrovascular y qué tipo de prevención tiene, depende de qué otras enfermedades y factores de riesgo tenga una persona.
Después de un examen completo, el médico generalmente sugiere medidas preventivas para las personas que ya han tenido un ataque isquémico transitorio o incluso un accidente cerebrovascular.
Si tienes presión arterial alta, el riesgo de sufrir un derrame cerebral se puede reducir usando medicamentos que reducen la presión arterial. Si existe un mayor riesgo de formación de coágulos sanguíneos, por ejemplo en el caso de fibrilación auricular, se puede considerar la medicación anticoagulante.
Para mantener un vaso cerebral permanentemente abierto, a veces se sugiere la inserción de un stent hecho de malla de alambre. Sin embargo, los estudios muestran que el procedimiento conduce a hemorragias cerebrales más frecuentes y más accidentes cerebrovasculares que sin un stent.
TRATAMIENTO
El objetivo del tratamiento agudo es salvar la vida de la persona afectada y reducir al mínimo las consecuencias del ictus. El tratamiento depende en gran medida de si el accidente cerebrovascular fue causado por un coágulo o una hemorragia cerebral.
En el caso de un coágulo, generalmente se intenta disolverlo lo más rápido posible con medicamentos o un procedimiento de catéter. Cuando sangra, es importante detenerlo rápidamente, posiblemente con cirugía.
El tratamiento y el seguimiento posteriores dependerán de la gravedad del accidente cerebrovascular, la naturaleza de sus consecuencias y los resultados de exámenes adicionales.
REHABILITACIÓN
Después de un accidente cerebrovascular, es particularmente importante para la mayoría de las personas recuperar su movilidad, fuerza muscular y lenguaje, así como su independencia. También es importante recuperar el equilibrio emocional.
También existen varios programas de rehabilitación, algunos de los cuales tienen diferentes contenidos.
Los elementos más importantes de la rehabilitación son la logopedia según sea necesario, así como la fisioterapia y el entrenamiento físico para reducir las consecuencias físicas si es posible y aprender a afrontarlas. La terapia ocupacional enseña cómo manejar la vida cotidiana de la manera más independiente posible a pesar de las limitaciones.
