Las croquetas son uno de los platos más reconocidos de la gastronomía española. Para que te salgan perfectas, debes realizar una bechamel para chuparte los dedos. Mucha gente no le coge el punto a esta salsa y esto provoca que las croquetas le salgan como un mazacote.
Da igual de qué quieras hacer este plato si no controlas la base de las croquetas. Puedes hacerlas de jamón, pollo, bacalao y hasta de cocido, pero siempre tienen que ir de la mano de su bechamel. A continuación, te desvelamos la cantidad de harina y mantequilla que tienes que añadir para que te salgan unas croquetas jugosas.
4LA BECHAMEL PARA LAS CROQUETAS DE JAMÓN
En el caso de las croquetas de jamón, la bechamel se realiza de forma distinta. Y es que una vez que se funda la mantequilla, tienes que echarle la cebolla bien picadita para que se dore. Después, hay que añadir los tacos de jamón y seguidamente la harina. Remueva para que no sepa a cruda y deja que se haga durante un minuto.
El paso más complicado es el de añadir la leche. Debes hacerlo poco a poco y nunca echar todo de golpe. Intenta que esté caliente para que no tarde en coger la temperatura de la mezcla. Nunca dejes de remover para que no te salgan grumos en la bechamel. Cuando notes que la leche se ha ligado con la mezcla, puedes echarle otro poco más, y así hasta que consigas la textura perfecta.