Las croquetas son uno de los platos más reconocidos de la gastronomía española. Para que te salgan perfectas, debes realizar una bechamel para chuparte los dedos. Mucha gente no le coge el punto a esta salsa y esto provoca que las croquetas le salgan como un mazacote.
Da igual de qué quieras hacer este plato si no controlas la base de las croquetas. Puedes hacerlas de jamón, pollo, bacalao y hasta de cocido, pero siempre tienen que ir de la mano de su bechamel. A continuación, te desvelamos la cantidad de harina y mantequilla que tienes que añadir para que te salgan unas croquetas jugosas.
1EL SECRETO ESTÁ EN LA MASA
Aunque las croquetas son uno de los platos típicos del país, mucha gente no tiene ni idea de cómo se realizan. Para hacer este manjar, hay que preparar una masa de harina junto con aceite o mantequilla a la que se añade leche. Esto es la salsa bechamel de toda la vida.
Pues bien, a esa mezcla le tienes que poner el ingrediente que quieras de relleno para las croquetas. Pueden ser de jamón, el más clásico, pollo o bacalao, entre muchos otros sabores. Después se tiene que dejar reposar la masa durante unas horas para más tarde amasarla y darle forma. Finalmente se rebozan en harina, huevo y pan rallado y se fríen. Como ves, no es nada del otro mundo, pero existen muchos trucos que pueden ayudarte a la hora de realizar la temida salsa bechamel…