La FE inició una investigación interna ultrasecreta, denominada «Operación Dunhammer», que analiza la cooperación de inteligencia de la agencia con la NSA, con los resultados recibidos en 2015.
Los resultados fueron inequívocos, ya que la NSA había utilizado el acceso de FE a la red de telecomunicaciones danesa para llevar a cabo inteligencia específica sobre personas y empresas en Dinamarca, Noruega, Suecia, Francia y Alemania, con plena conciencia y voluntad de los empleados de FE.
La investigación se inició como resultado de que el denunciante estadounidense Edward Snowden filtró una gran cantidad de información sobre las prácticas de la NSA.
La reciente llegada del presidente estadounidense Joe Biden a suelo europeo está precedida de un escándalo que podría influir en la agenda diplomática que el demócrata pretende desarrollar en su primera visita desde que fue elegido el pasado mes de diciembre.
«ALGO ESTÁ PODRIDO EN DINAMARCA»: OPERACIÓN DUNHAMMER
Lo que está en juego es la revelación de más información sobre el caso en el que los servicios de inteligencia daneses se confabularon con la Agencia de Seguridad Nacional de EE. UU. (NSA) para piratear llamadas telefónicas y correos electrónicos de otros gobiernos europeos.
Aunque esto fue durante la administración anterior de Obama, en la que Biden fue vicepresidente, no hay razón para creer que esa práctica se haya detenido a pesar de las afirmaciones de Washington en sentido contrario.
La operación se habría denominado «Operación Dunhammer» y permitió al espionaje estadounidense obtener datos utilizando los números de teléfono de los líderes políticos como términos de búsqueda.
El gobierno danés brindó acceso a sus sistemas de comunicaciones para que Estados Unidos pudiera monitorear a vecinos como la canciller alemana Angela Merkel, el entonces ministro de Relaciones Exteriores y actual presidente alemán Frank-Walter Steinmeier, y el exlíder de la oposición alemana Peer Steinbrueck.
Además de destacadas figuras políticas alemanas, la NSA también aprovechó las comunicaciones de altos funcionarios en Suecia, Noruega y Francia, según los datos estudiados, que cubren los años 2012 y 2014.
Trabajo interno
Un grupo de trabajo interno del Servicio de Inteligencia de Defensa danés determinó en 2015 una investigación secreta que fue revelada el pasado 30 de mayo por Danmarks Radio (DR, Danish Radio) en colaboración con periodistas de SVT, NRK, Sueddeutsche Zeitung, NDR, WDR y Le Monde.
DR confirmó, a través de nueve fuentes, que el liderazgo del Servicio de Inteligencia danés estaba al tanto del espionaje de la NSA, pero no veía esto como una razón para dejar de cooperar con la agencia estadounidense. Ya el año pasado fue tal el escándalo interno que derivó en la destitución de estos dirigentes.
REACCIONES DE (NO TANTO) INDIGNACIÓN
Hubo respuestas y comentarios a diferentes niveles en los gobiernos europeos sobre la «Operación Dunhammer», la indignación medida como factor común.
El gobierno federal alemán, a través de su portavoz Steffen Seibert, declaró en rueda de prensa que no está preparado para confirmar si seguirá cooperando con las agencias de inteligencia danesas y “ha tomado nota del informe y está en contacto con todos los organismos nacionales relevantes. y organismos internacionales para aclararlo ”.
Peer Steinbruck, exministro de Finanzas alemán y uno de los presuntos objetivos del espionaje estadounidense, calificó la situación de escandalosa.
El ministro de Defensa noruego, Frank Bakke-Jensen, dijo que Oslo «se tomará en serio las acusaciones», mientras que su homólogo sueco, Peter Hultqvist, exigió «estar plenamente informado sobre asuntos relacionados con ciudadanos, empresas e intereses suecos».
En declaraciones a la emisora nacional SVT, agregó: «Y luego tenemos que ver cómo suena la respuesta del lado político en Dinamarca». Se ha puesto en contacto oficialmente con Francia y Alemania, así como con Estados Unidos, para obtener una aclaración.
Jens Holm, miembro del Parlamento sueco por el Partido de la Izquierda, pidió que se revelen los nombres de los políticos que fueron espiados por la NSA.
La Comisión Europea (CE), manteniéndose al margen, recordó: “La CE no tiene mucho que comentar en términos generales.
Añadió que “los datos que viajan fuera de la Unión Europea deben permanecer seguros. Este es un tema muy importante para nosotros. Hemos intensificado las negociaciones con Estados Unidos al respecto”, esperando que logren encontrar una solución y destacando que, mientras tanto, tienen otras herramientas que pueden“ utilizar como medida de seguridad”.
SNOWDEN: «BIDEN ESTÁ PROFUNDAMENTE INVOLUCRADO EN LA «OPERACIÓN DUNHAMMER» «
La investigación interna secreta a la denominada “Operación Dunhammer” se originó a partir de las sospechas de que la inteligencia danesa proporcionaba a Estados Unidos acceso a sus cables de Internet y tras las filtraciones de Edward Snowden, quien en 2013 reveló una gran cantidad de documentos sobre los métodos de trabajo de la NSA.
El excontratista de la CIA y la NSA, que vive en Rusia después de revelar el programa de espionaje masivo de Estados Unidos y buscar asilo en Moscú, se pronunció después de la publicación de RD y acusó a Biden de estar «profundamente involucrado» en la situación.
Una de las revelaciones explosivas de Snowden en ese momento fue que la administración Obama estuvo involucrada en el espionaje de la canciller alemana Angela Merkel.
En ese momento, el gobierno alemán confirmó tener información que apuntaba a espionaje de Estados Unidos interviniendo en un teléfono celular que Merkel usó entre octubre de 1999 y julio de 2013, y también dio a conocer que el canciller había telefoneado a Obama para exigir una explicación.
Entonces, la Casa Blanca no negó categóricamente el espionaje, pero dijo que el teléfono del jefe del gobierno alemán no estaba intervenido en ese momento y no sería intervenido en el futuro.
Tras la filtración, Snowden fue acusado de robo de propiedad del gobierno, comunicación no autorizada de información de defensa nacional y divulgación intencionada de comunicaciones de inteligencia clasificadas.
Sin embargo, antes de eso, altos funcionarios de inteligencia de EE. UU. Habían repetido públicamente que la NSA nunca había recopilado a sabiendas información de registros telefónicos privados.
