La Eurocopa 2020 ha comenzado y España parece que ni se ha enterado o si lo hizo realmente se encuentra perdida para llegar a ella. En dos encuentros que van del combinado español, ante Suecia y Polonia, solo han podido sacar dos empates que no solo hacen que se compliquen la vida ante una eventual clasificación, esa que buscan más que nada; además de eso certifican que todas las dudas y la incertidumbre que se colocó en torno al conjunto rojo no fueron infundadas o por manías en contra de Luis Enrique, sino que de verdad el equipo desilusionaba de una forma apabullante, tanto por los hombres que llevaba al torneo, como por el que los dirigía a todos ellos.
Lo cierto es que frente a Eslovaquia llegará una verdadera final; aunque en este caso es solo para conseguir una clasificación que los mantenga con vida y, si la fortuna los acompaña, les quite un rival complicado de encima. Sin embargo, mucho de lo que ha mostrado deberá cambiar bastante; porque España ha dejado en evidencia varias carencias importantes, que dejó entrever contra Suecia y certificó de forma grave ante Polonia. Los problemas crecen para los jugadores y un Luis Enrique cuya alineación parecen inconvenientes en todas sus líneas y con órdenes de mantenerse firmes hasta el final, uno que puede llegar antes de lo que muchos esperaban.
4Luis Enrique es el gran culpable
Los jugadores tienen una cuota de culpa importante, pues son ellos los que salen al campo; pero la verdad es que todos van con la idea que concibe el entrenador y en este caso la que tiene Luis Enrique viene muy mal desde el momento en que confeccionó la plantilla. Primero al ocupar solo 24 cupos de 26 posibles; luego con una convocatoria con ausencias graves y en la que claramente, por razones que solo él tiene en su mente, decidió dejar a varios e los mejores en España; y después por esas tácticas tan cuestionables que tras dos choques se ve que no han funcionado en lo más mínimo.
En defensa está empeñado en colocar a Marcos Llorente en el lateral derecho, con lo que pierde un elemento estupendo en ataque, mientras que Jesús Navas no está. Además, sigue poniendo a un Laporte, que casi ni jugó en Manchester City, en detrimento de un campeón de Europa como César Azpilicueta; eso sin contar con que otros mejor calificados como Nacho o Raúl Albiol (sin contar a Sergio Ramos) vieron como Lewandowski se lo quitó de encima con mucha facilidad desde sus casas. Junto a eso también los cambios que ha hecho son inentendibles, como quitar a Gerdad Moreno, que estaba siendo el mejor delantero, o sacar a Koke, que era el único en el medio que lo estaba haciendo bien, en lugar de a Pedri o Rodri que no estaban haciendo nada. Luis Enrique tiene el poder para cambiar a España, pero debe decidirse y hacerlo pronto.