La Eurocopa 2020 ha comenzado y España parece que ni se ha enterado o si lo hizo realmente se encuentra perdida para llegar a ella. En dos encuentros que van del combinado español, ante Suecia y Polonia, solo han podido sacar dos empates que no solo hacen que se compliquen la vida ante una eventual clasificación, esa que buscan más que nada; además de eso certifican que todas las dudas y la incertidumbre que se colocó en torno al conjunto rojo no fueron infundadas o por manías en contra de Luis Enrique, sino que de verdad el equipo desilusionaba de una forma apabullante, tanto por los hombres que llevaba al torneo, como por el que los dirigía a todos ellos.
Lo cierto es que frente a Eslovaquia llegará una verdadera final; aunque en este caso es solo para conseguir una clasificación que los mantenga con vida y, si la fortuna los acompaña, les quite un rival complicado de encima. Sin embargo, mucho de lo que ha mostrado deberá cambiar bastante; porque España ha dejado en evidencia varias carencias importantes, que dejó entrever contra Suecia y certificó de forma grave ante Polonia. Los problemas crecen para los jugadores y un Luis Enrique cuya alineación parecen inconvenientes en todas sus líneas y con órdenes de mantenerse firmes hasta el final, uno que puede llegar antes de lo que muchos esperaban.
2Muy endebles en ambas áreas
Otro de los problemas que posee la selección de España en esta Eurocopa 2020 es la poca contundencia que suele tener en ambas áreas. Cierto es que lo de Álvaro Morata ya raya en un mal chiste, no por el hecho de que no haga reír a nadie, sino que no se puede explicar. Pese a que Luis Enrique quería blindarlo, ofrecerle su máxima confianza y tratar de elevar su nivel, ese dicho de «Morata y 10 más» puede terminar de ser contraproducente. Lo que realmente se vio fue el enésimo fallo de Morata combinado con otros 10 más y es que a pesar de marcar, los fallos aprecieron una otra vez; aunque no solo de él, pues hasta Gerard Moreno falló un penal.
Claro que todos se fijan en los problemas que hay para ser contundentes en el área rival, pero en la propia hay serios problemas que hacen pensar en lo descompensada y mal confeccionada que está hecha esta plantilla de España. Tanto al enfrentar a Suecia como a Polonia, las carencias en defensa salieron a relucir en todo su esplendor; porque ante los nórdicos todos Pau Torres y Laporte sufrieron a un Isak con el que de seguro tuvieron pesadillas. De hecho, de no ser por una intervención del palo y Marcos Llorente, además de un fallo clamoroso de Berg, las cosas serían distintas. Ya contra Polonia el miedo estaba instalado en cada pequeño ataque polaco y eso a pesar de controlar el balón; pero fue Lewandowski con su cabezazo tras quitarse de encima a un endeble Laporte el que mostró que las áreas estaban muy mal.