Los calamares a la romana son un verdadero regalo al paladar y aunque su nombre puede evocar que nacieron en la ciudad italiana, pues no es así. Estos calamares rebozados o en tempura tienen su origen en Japón, pero no los inventaron los japoneses. De hecho los responsables de que tengamos este rico manjar en nuestras mesas son unos misioneros jesuitas oriundos de Portugal, quienes al llegar a Japón transmitieron a los nipones sus técnicas culinarias entre las que destacaban los pescados y vegetales rebozados.
Estos calamares son uno de los aperitivos favoritos de los españoles y suelen servirse acompañados con una rica salsa alioli y rebanadas de limón para ser disfrutados en forma de tapa o aperitivo. Aunque no solo son famosos como aperitivos, pues en Madrid son ofrecidos en los espectaculares y populares bocadillos de calamares.
Su preparación es sencilla y son tan ricos que a la hora de ser servidos para compartir tienes que estar bien despierto porque de lo contrario ni te darás cuenta y te dejarán sin nada.
Cuando de preparar unos ricos calamares a la romana se trata, seguramente te asaltaran algunas dudas relacionadas con el punto exacto de cocción, el rebozado y el sabor. Así que te presento los 7 errores que los endurecen y no los hacen para nada agradables.
Los 7 errores que endurecen los calamares a la romana
Desde el momento de la compra hasta el momento de ser servidos, conoce cuáles son los 7 errores que no permiten que queden perfectos.
1.- Escoger de forma equivocada los calamares
Si deseas obtener unos calamares realmente en su punto, evita comprar aquellos que no luzcan frescos. Opta en todo momento por aquellos que vean firmes, brillantes y cuyos ojos se vean de un color negro intenso.
Huye de los calamares flácidos con ojos opacos y que presenten olores extraños. Bajo ningún motivo compres aquellos a los que se les caigan los tentáculos “solos”.
En caso de que por algún motivo no puedas adquirir los cefalópodos frescos, puedes optar por comprarlos congelados; eso sí, respeta al pie de la letra las instrucciones para descongelar, déjalos en la nevera para que el proceso se desarrolle en frío.
2.- Cortarlos mal
Siempre antes de cortar los aros de calamar es necesario limpiar los mismos perfectamente, retira la piel, aletas y el jibión interno. Nunca cortes el calamar sin antes haberlo limpiado perfectamente.
Un error bastante común es cortarlos o muy grandes o muy pequeños, este es un factor determinante al momento de la cocción y afectará considerablemente el resultado final. El tamaño perfecto oscila entre los 2 y los 3 centímetros. Así mismo, ten en consideración que utilizando un cuchillo bien afilado obtendrás cortes más limpios.
3.- Enharinar de forma incorrecta
Antes de enharinar los calamares, es de suma importancia secarlos muy bien. La razón por la que los aros deben estar perfectamente secos, es que en caso contrario la harina no se pegará bien.
Quizás tengas la duda de si deben ser marinados antes de cocinarlos, pero no, al calamar no se le añade absolutamente nada de líquidos, simplemente se les añade un poco de sal y harina.
Para rebozar es recomendable utilizar harina de trigo o de maíz y al momento de enharinar debes evitar los excesos de harina; pues, esta se desprenderá y ensuciará demasiado el aceite.
4.- No pasar por huevo batido antes de freír
Para que la harina quede correctamente fijada al aro de calamar, este debe pasarse por huevo batido antes de freír. Para tener una consistencia más aireada, bate las yemas y las claras por separado y luego intégralas, los aros debes pasarlos por huevo batido justo antes de freir.
5.- Freír en aceite frío
Este es un error que muchas veces se comete al estar cortos de tiempo en la cocina y que resulta en un verdadero desastre. El aceite debe estar bien caliente cuando se lleven a freír los calamares, de lo contrario el rebozado se deshará y el calamar demorará más tiempo en estar listo.
El aceite recomendado para freír definitivamente es el de oliva, el cual gracias a sus propiedades soporta mucho mejor la temperatura elevada sin llegar a quemarse.
6.- Calcular mal el tiempo de cocción y freír grandes cantidades juntas
La premisa al preparar los calamares a la romana debe ser una temperatura alta y poco tiempo de cocción; eso sí, sin exagerar en la temperatura, tampoco es agradable que el aceite se queme y transmita mal olor o sabor al calamar.
Colocar a freír muchos calamares a la vez jugará en contra, lo conveniente es hacerlo por tandas para que no se amontonen y así garantizar la cocción pareja.
El tiempo que deben durar en cocción es de apenas unos minutos. Si el fuego está alto, el calamar se freirá en un par de minutos, cocinando perfectamente y dejando los aros dorados y crujientes.
7.- Dejar los calamares inundados en aceite
Apenas estén en su punto justo de cocción, los calamares deben retirarse del aceite y llevarse a escurrir para que queden libres de exceso de aceite.
De no escurrirse perfectamente, el rebozado se humedecerá y será desagradable, pues perderá el toque crujiente.
Al hablar del término perfecto de los calamares, ha de reconocerse que el calamar no debe quedar excesivamente blando, por el contrario, su carne debe ser firme, tierna al momento de masticar y con el toque crujiente perfecto.
Para disfrutar al máximo los calamares a la romana, estos deben ser servidos de forma inmediata, solo así estarán perfectamente crujientes, acompáñalos de limón y un cremoso alioli.
Como consejo adicional debes saber que a la hora de su consumo es conveniente no exagerar. Aun cuando el calamar es rico en vitaminas y minerales, en el caso de los preparados a la romana es preferible no excederse. Al ser rebozados y fritos, la cantidad de calorías que aporta es bastante significativa.