La Universitat Pompeu Fabra (UPF), la Carlos III de Madrid (UC3M) y la Politècnica de Catalunya (UPC) son las tres universidades españolas con mejor rendimiento global, según el U-Ranking, que este año cumple su novena edición.
Se trata de un proyecto elaborado por la Fundación BBVA y el Instituto Valenciano de Investigaciones Económicas (IVIE), que analiza 72 universidades españolas (48 públicas y 24 privadas) y ofrece un perfil de los resultados de cada institución.
Según esta novena edición del U-Ranking, la Universitat Pompeu Fabra repite en el primer puesto de la lista, pero por primera vez no aparece en solitario en esta posición, sino que comparte este liderazgo con la Universidad Carlos III de Madrid y la Universitat Politècnica de Catalunya. A este grupo de cabeza le sigue el integrado por la Universitat Autònoma de Barcelona y la Politècnica de València.
Por detrás se sitúa un bloque de siete universidades entre las que se incluyen las primeras instituciones privadas del ranking, la Universidad de Deusto y la Universidad de Navarra, acompañadas por la Autónoma de Madrid, la Universidad de Cantabria, la Politécnica de Madrid, la Universitat de Barcelona y la Universitat Rovira i Virgili.
Los resultados obtenidos para elaborar este ranking se basan en el análisis de 20 indicadores de cuatro ámbitos (acceso a recursos, producción obtenida, calidad e internacionalización de las actividades) referidos a la docencia y a la investigación e innovación.
LAS PÚBLICAS LIDERAN EN INVESTIGACIÓN, LAS PRIVADAS EN DOCENCIA
En el ranking global de rendimiento, las universidades públicas ocupan 10 de los 12 primeros puestos. Sin embargo, si se consideran por separado la docencia, por un lado, y la generación de conocimiento mediante la investigación y la innovación, por otro, los resultados difieren.
El rendimiento de los centros públicos en investigación e innovación es 47 puntos mayor que el de las privadas, en promedio. Las diez primeras universidades por su rendimiento investigador son todas públicas (siendo la Universidad de Deusto la primera privada en aparecer en el listado) y destaca que cinco de las seis primeras son catalanas. Así, el ranking lo encabezan la Universitat Pompeu Fabra, que ocupa la primera posición, seguida de la Universitat Autónoma de Barcelona y la Universitat Politècnica de Catalunya, en segundo y tercer lugar, respectivamente.
En cuanto al ranking docente, lideran el ranking ocho instituciones, de las cuales cinco son privadas: la Universidad de Navarra, Universidad Europea de Madrid, Internacional de La Rioja, Nebrija y Ramon Llull. Sólo encabezan el ranking tres universidades públicas: la Universidad Carlos III de Madrid y las politécnicas de Catalunya y València.
De este modo, el rendimiento global de las universidades privadas en el ámbito de la docencia se sitúa 11 puntos por encima de la media de las universidades públicas, pues 11 de las 16 primeras instituciones de este listado son privadas.
CAMBIOS EN LOS GRADOS
El U-Ranking 2021 incluye también un análisis específico de los cambios en la oferta de grados desde el curso 2010-2011.
Según el análisis, considerando como nueva titulación la que ofrece por primera vez una universidad -aunque en otra ya existiera-, en diez años la oferta de grados ha crecido un 44,4% en España a un ritmo medio anual del 3,8%. Así, entre el curso 2010-2011 y el 2020-2021 se incorporaron 1.760 nuevos títulos (987 grados y 773 dobles grados) que, junto a la extinción de 629, arroja un saldo de 1.131 títulos más en el último curso en comparación con hace diez años.
El ritmo de creación de nuevas titulaciones es casi tres veces mayor que el de extinción, lo que explica el incremento global registrado y eleva al 40,9% el porcentaje de titulaciones actuales que son de reciente creación. La mayoría de los nuevos títulos ya existían en el Sistema Universitario Español (SUE), pero hay 190 -entre grados y dobles grados- que son de nueva creación.
La puesta en marcha de nuevos grados se produce con fuerza tanto en las universidades públicas como en las privadas. Sin embargo, aunque el volumen total de nuevos títulos es mayor en las primeras, con 717 nuevos grados en una década, las privadas han experimentado un crecimiento relativo mayor debido, en buena medida, a que gran parte de ellas han sido creadas hace poco tiempo y están desplegando su mapa de titulaciones.
Las universidades privadas han aumentado sus títulos hasta casi el millar (999), frente a las 584 del curso 2010-2011, lo que supone un crecimiento del 41%. Este saldo es el resultado de un mayor ritmo de creación de grados pero también mayor intensidad de cierres que las públicas que, en ambos sentidos, se mueven más lentamente.
Actualmente, del total de las titulaciones que ofrecen las instituciones privadas, el 62,4% son de nueva creación (este porcentaje es mayor que el incremento global en el periodo porque se han extinguido bastantes títulos). En el caso de las públicas, han expandido su oferta desde 1.963 grados a 2.680, un 27% más. El porcentaje de nuevas sobre el total se sitúa en el 33,4%.
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