Según el G7, el impuesto mínimo global para las empresas multinacionales debería ser del 15 por ciento. Francia cree que implementar el plan será una «lucha difícil». Oxfam considera que el tipo impositivo es demasiado bajo.
EL IMPUESTO MÍNIMO GLOBAL
El impuesto mínimo global adoptado por los ministros de finanzas del G7 provocó inicialmente una tormenta de entusiasmo entre los asistentes a la reunión. El ministro de Finanzas federal Olaf Scholz (SPD) habló de una «revolución fiscal».
Su homólogo británico, Rishi Sunak, calificó el acuerdo de histórico. Pero en el camino hacia una implementación mundial del impuesto mínimo para las empresas multinacionales, el ministro de Finanzas francés, Bruno Le Maire, todavía ve obstáculos claros.
En la reunión de los ministros de finanzas del G20 en Venecia en julio, «las otras grandes potencias, especialmente las asiáticas «Hay que subir a bordo», dijo Le Maire a varios medios de comunicación franceses. Está particularmente preocupado por China.
«Seamos realistas, será una pelea difícil». No obstante, confía en que el impuesto mínimo global se implementará a nivel mundial, ya que hay un «ímpetu extremadamente fuerte» del G7, explicó Le Maire.
Según Le Maire, Francia y otros países europeos generarían ingresos adicionales cada año, si el proyecto se implementara alcanzaría los miles de millones.
¿REFORMA INJUSTA A EXPENSAS DE LOS PAÍSES MÁS POBRES?
También hay críticas a los planes fuera de la política. El 15 por ciento planificado se establece demasiado bajo.
Los países del G7 se beneficiarían de esto, ya que muchas de las grandes corporaciones tienen su sede allí, a expensas de los países más pobres. Ales Cobham, director de la Red Internacional de Justicia Fiscal, que hace campaña por la justicia fiscal, dijo lo mismo.
«Al conformarse con una tasa impositiva de menos del 25 por ciento, los países del G7 están diciendo a sus ciudadanos y al mundo que están listos para mantener viva la carrera hacia abajo», escribió Cobham en una publicación de blog.
Alemania y Francia se beneficiarían Alemania podría ser uno de los ganadores del impuesto mínimo, dice el presidente del Instituto Alemán de Investigaciones Económicas (DIW), Marcel Fratzscher. «Va a verter muchos miles de millones de euros en ingresos fiscales adicionales en el tesoro del estado», dijo al «Augsburger Allgemeine».
El acuerdo protegerá sobre todo a las pymes alemanas de la competencia desleal de las corporaciones multinacionales y, por lo tanto, también asegurará puestos de trabajo en Alemania, explicó Fratzscher.
«En última instancia, no solo los contribuyentes se beneficiarán de este acuerdo, sino también los consumidores, porque la competencia leal conduce a mejores productos y precios más bajos».
En general, Fratzscher calificó el acuerdo del G7 como un paso importante «para poner fin a la competencia de rebaja en los impuestos para las empresas».
El 15 por ciento debería ser solo el comienzo. El 15 por ciento es un compromiso para que el proyecto no sea anulado por la oposición de los oponentes. El gobierno de Estados Unidos propuso originalmente una tasa del 21 por ciento y luego dio marcha atrás.
El ministro de Finanzas francés, Le Maire, ya ha anunciado que la lucha continuará. «Este es un punto de partida y en los próximos meses trabajaremos para asegurar que el impuesto mínimo sea lo más alto posible», escribió en Twitter.
Los ministros de finanzas de los países del G7 se comprometieron con el objetivo de un impuesto corporativo global de al menos el 15 por ciento para las corporaciones multinacionales al final de una reunión en Londres el sábado.
La declaración final del encuentro también manifiesta el compromiso de una mejor distribución de los derechos de gravar las ganancias de las grandes corporaciones multinacionales.
Este segundo pilar de la reforma propuesta por la OCDE está dirigido principalmente a corporaciones digitales como Google, Facebook y Amazon, la mayoría de las cuales tienen su sede en los EE.UU.
Las corporaciones en cuestión no se han visto perturbadas hasta ahora por el impuesto mínimo previsto. Google y Amazon incluso se expresaron positivamente y un portavoz de Facebook dio la bienvenida al proyecto en Twitter, incluso si la compañía pronto tendría que pagar más impuestos como resultado.
UN IMPUESTO MÍNIMO GLOBAL PARA UNA COMPETENCIA MÁS JUSTA
Los estados se socavan entre sí cuando se trata de gravar a las empresas. Por lo tanto, muchas corporaciones globales apenas pagan impuestos.
Para cambiar eso, el ministro de Finanzas, Olaf Scholz, pidió una vez un impuesto mínimo global para las empresas. El gobierno de los Estados Unidos ahora está asumiendo la idea. Se podría tomar una decisión en verano.
Como resultado de la creciente interconexión del mundo, ha habido una espiral descendente en los impuestos corporativos durante 30 años «, declaró la secretaria del Tesoro de Estados Unidos, Janet Yellen, en abril e hizo una propuesta para detener la tendencia a la baja:»
Juntos podemos introducir un impuesto mínimo para garantizar la igualdad de condiciones en la tributación de las empresas multinacionales en la economía mundial.
Una explosión. Porque con su propuesta, Estados Unidos ha hecho un cambio de política y está dando impulso a un debate estancado. El objetivo declarado en Washington es al menos un impuesto mínimo global del 15 por ciento para las empresas.
La presión en rápido aumento sobre muchos estados que se han endeudado mucho a causa de la pandemia también está actuando como un catalizador para el proyecto estadounidense. El presidente del Instituto Ifo y asesor del Gobierno Federal, Clemens Fuest, explica:
“Las tasas impositivas mínimas se han debatido durante las últimas décadas, durante mucho tiempo en la UE. Luego se abandonó porque no hubo acuerdo. Así que esta ha sido una discusión latente durante mucho tiempo.
La novedad es que Estados Unidos lo apoya explícitamente. Se sabe en la tributación internacional, como en muchas otras cosas en el mundo, que cuando Estados Unidos apoya algo, uno sabe que debe tomarse en serio”.
POSIBLE ACUERDO EN LA REUNIÓN DEL G20 EN JULIO
El comisario de Asuntos Monetarios de la UE, Paolo Gentiloni, habla de un «cambio de juego» y considera que un «acuerdo político» del G20 será posible a partir de julio. Luego, los ministros de finanzas de los 20 principales países industrializados y emergentes se reunirán en Venecia.
Antes de eso, los ministros de finanzas de los siete países industrializados más grandes podrían marcar el rumbo en su reunión en Londres a principios de junio.
El problema es bien conocido: las empresas pagan cada vez menos impuestos, no solo por trucos fiscales creativos y legales, sino sobre todo porque los estados han reducido drásticamente las tasas impositivas para las empresas en las últimas décadas.
Los ganadores de esta competencia de subcotización son países con impuestos bajos como Irlanda, los Países Bajos y Luxemburgo. Los perdedores son los grandes estados como Estados Unidos, Francia o Alemania, pero también muchos países en desarrollo.
