Dentro del mundo del fútbol hay equipos que marcan un antes y un después; por eso no hay duda alguna que el Real Madrid que se formó a inicios del milenio se puede colocar en esa categoría con total facilidad. El conjunto merengue está habituado a formar equipos de épocas, de esos que se convierten en inolvidables por la calidad de hombres que tuvo y por los títulos que conquistaron. Los que más se puede escuchar son los del «Real Madrid de Di Stéfano» o «La Quinta del Buitre»; sin embargo, hubo uno que no solo se hizo famoso por lo que hacía dentro del campo, también por lo que hacía fuera de él.
Ese equipo no es otro que el Real Madrid de «Los Galácticos». La llegada del nuevo milenio trajo una revolución consigo junto al presidente de un club de fútbol más importante de la actualidad, Florentino Pérez. El empresario entendió que el fútbol era un negocio en el que casi nadie lograba sacarle todo su potencial; él entendió eso rápidamente y no solo llevó al conjunto merengue a muchos éxitos deportivos, sino que lo convirtió en el club más rico del planeta con unas estrategias de negocios nunca antes vistas. La más importante fue conformar un equipo de estrellas que no solo ganara sobre el césped, sino que también vendiera todo lo relacionado con el Real Madrid y lo logró con los llamados «galácticos»; pero el precio que tuvo que pagar fue muy alto y no solo en lo monetario, pues varios escándalos oscuros acabaron con un gran imperio.
2Fiestas que no parecían tener fin
Los años de gloría fueron muchos, pero junto con ellos llegó una propagación de lo indecoroso que realmente no podía tener otro desenlace que no fuera uno muy malo. En el mismo documental de ‘ESPN’ se explica que las estrellas del Real Madrid se volvieron tan célebres que las fiestas y reuniones eran tan comunes, como esos «autobuses de señoritas» que llegaron a varias de ellas a altas horas de la noche. Cierto es que la cosa se mantuvo un buen tiempo y en parte fue gracias al gran tacto y sapiencia que tenía un tipo como Vicente del Bosque, que mientras pudo sacar lo mejor de sus jugadores en el campo, los dejaba tranquilos en lo que hicieran fuera de él. Las fiestas eran tan habituales que en ocasiones hacían dos para celebrar los cumpleaños, a una asistían un grupo de jugadores y la otra, los otros.
«Muchas veces, Vicente del Bosque daba días libres. Sabía que algunos necesitaban dos días más de vacaciones que otros y se los daba. Ellos podían hacerse sus fiestas sin ningún problema. Es verdad que había muchas más mujeres de lo que pensabas. Un día llevé a mi mujer y dijo: ‘no, no, vámonos que esto no es lo adecuado'», explicó Iván Helguerra en el documental. Roberto Carlos, que ya ha dicho algunos de los secretos de esa época, agregó: «Éramos una banda de locos. Del Bosque lo entendía a la perfección y ponía los entrenamientos a la tarde. Los entrenamientos de lunes o martes eran a las 5 de la tarde. No los ponía nunca a las 11 de la mañana porque nadie llegaba«. La permisividad era tal que al final, como era previsible, todo se acabó resquebrajando en el Real Madrid.