La crisis ocasionada por la pandemia del coronavirus ha asolado también al mundo del deporte y el FC Barcelona no iba a ser la excepción. Sin embargo, en España no parece que le hubiera pegado a nadie tan mal como a los azulgranas. Esto debido a que ya venían arrastrando problemas económicos debido a la mala gestión que desarrolló Josep Maria Bartomeu, el antiguo mandatario de la institución catalana. Su mala política de fichajes, con contrataciones innecesarias y a sobreprecio; sus salarios exagerados en renovaciones a jugadores que no lo merecían; y el despilfarro de recursos del club llevaron a una grave situación con una enorme deuda en la entidad culé, que se agravó mucho más por el coronavirus. Con esa pésima situación se encontró Joan Laporta cuando se proclamó vencedor en las elecciones por la presidencia y de la que ahora se tiene que hacer cargo.
El conjunto azulgrana, además de su crisis económica, se encuentra con problemas en el ámbito deportivo; de los cuales Laporta ya se está haciendo cargo. Lo cierto es que una cosa no deja de estar relacionada con la otra, pues el mandatario del Barcelona necesita dinero para reponerse con nuevos refuerzos, dadas las carencias que tiene el equipo. Sin embargo, Laporta ya se ha puesto manos a la obra con un inteligente plan de contrataciones a coste cero, de jugadores que finalizan contrato con otros equipos, o fichajes a muy bajo costo; así espera paliar un poco el problema deportivo, pero todavía queda el económico y eso es otro tema. La cosa es que el mandatario blaugrana podría tener algunos negocios que lo ayudarían a levantar al equipo o por lo menos a darle vistosidad al club y así ayudarlo un poco.
La casi venta del Mallorca daría beneficios
Algunos medios han sacado a relucir que Laporta tuvo su vista en Uzbekistán por allá en el año 2009, pues mucho dinero que se mueve en los países que antes conformaban la antigua Unión Soviética; por eso muchos negocios relacionados al fútbol se mueven allí; en ese sentido el presidente del Barcelona se vio envuelto en uno que lo involucró como intermediario cuando se trató de vender el Mallorca en el 2009. La prensa ha destacado una serie de viajes secretos que realizó en esa época; aunque en esta oportunidad tendrían que ver directamente con su profesión como abogado, pues su firma, Laporta & Arbós Advocats Associats, se inmiscuyó en todas las negociaciones de esa venta. Claro que, como mencionan, esto no tiene nada que ver con él tratando de adueñarse del club berlmellón; más bien un simple apoyó y asesoramiento legal a la multinacional Zeromax.
Esta empresa uzbeka, conocida muy bien por Laporta, pretendió comprar el equipo isleño por 60 millones de euros. Al hacer de intermediario, el presidente del Barcelona pretendió que le otorgaran 7% de comisión, que serían 4,2 millones de euros. Un negocio más que redondo en el que el dirigente culé intervino debido a su buena relación con Zeromax. Esta se remonta de aquel trato que llevó a Rivaldo al Bunyodkor y también al que le reportó unos 5 millones de euros al Barça por unas actividades se hicieron ligadas al club cuando Guardiola lo comandaba, justo en el 2009. Es decir, la relación viene desde hace muchos años y es porque la institución uzbeka es dueña de este conjunto que hace años llegó a la semifinal de la Champions League Asiática. Con Laporta llevando las negociaciones es clara la razón de la buena comisión que se llevaría.
Un gran negocio para Laporta
Al final la venta del Mallorca nunca se pudo realizar con la empresa Zeromax y durante varios años se le hizo una investigación a Laporta sobre si en estos negocios estaba metido con recursos del Barcelona. Obviamente se llegó a la conclusión, en el 2011, de que no estaba metido el equipo azulgrana en nada de esto y por eso el nombre del dirigente quedó más que limpio en ese sentido y pudo fraguar su vuelta a la presidencia; algo que consiguió en las pasadas elecciones de marzo. Pese a que al final nada se dio, el negocio se cayó y las acusaciones en su contra se desestimaron, se dijo que Laporta se llevó más de 10 millones de euros; pero lo más importante que pudo haber ganado son relaciones que lo pueden ayudar en esta realidad tan negativa que vive el Barça en la parte económica.
En la actualidad que se vive es ilógico pensar que no se gane nada cuando se intervienen en este tipo de negociaciones y aunque Laporta no se haya ganado un euro con esto, tal como quedó demostrado, estos «negocios ocultos» le dan esa repercusión y todo tipo de relaciones al presidente del Barcelona. Con ellas no se puede juzgar lo que ha hecho, pues son cuestiones personales, más ligadas a su profesión de abogado; pero está claro que como mandatario azulgrana ese tipo de conexiones son cruciales para generar futuras negociaciones, ya sea de patrocinio o compromisos amistosos que le reportarían un buen dinero al Barça. Ahora que la situación es difícil, no está de más recordar este negocio que trató de hacer Laporta en el 2009, que no dio ni un euro; pero si unas buenas relaciones que se pueden aprovechar ahora.