Rafael Caunedo es el autor de El deseo de los accidentes, un thriller que, con personajes muy humanos y con los que muchos pueden empatizar, da a conocer el lado oscuro de las relaciones de pareja. ¿Quieres saber más sobre el autor y su obra? En Diario QUÉ! hemos querido acercarnos para conocer más a fondo la mente creativa que se esconde bajo el éxito de El deseo de los accidentes.
¿QUIÉN ES RAFAEL CAUNEDO?
Rafael Caunedo estudió derecho, pero no tardó mucho en darse cuenta de que su verdadera pasión y vocación era el lado creativo. Por eso, empezó a escribir libros. Actualmente, es escritor, profesor de escritura creativa en el taller de Carmen Posadas, redactor en la revista Culturamas y decorador. Es administrador del blog Mundo Volubres, que cuenta con más de 21000 visitas.
El deseo de los accidentes es la última novela del escritor, aunque ya era más conocido por otras novelas como Plan B, ganadora del Premio Atlantis Isla de las Letras (2009) y Helmut (Atlantis 2011). Ambas fueron recomendados en publicaciones importantes, como la revista Telva, Interviú, Arte de Vivir…
EL DESEO DE LOS ACCIDENTES DE RAFAEL CAUNEDO
El deseo de los accidentes es un thriller psicológico donde víctimas y culpables se confunden y nadie es lo que parece.
En él, nos encontraremos con Blanca, policía antidisturbios, y Alberto, profesor de Historia en un instituto. Acaban de ser padres y, tras su baja maternal, Blanca vuelve al trabajo; sin embargo, no se siente en forma y al mismo tiempo no deja de pensar en su pequeña.
Tras su vuelta, la envían a cubrir la seguridad de un partido de la Champions, pero un fallo acabará por provocar una noche trágica. Ese accidente supondrá un descenso a los infiernos para Blanca, que vivirá una espiral de destrucción con catastróficas consecuencias.
Rafael Caunedo ha conseguido una novela llena de sensibilidad con el objetivo de transmitir las emociones de unos personajes humanos. Así, nos habla del lado más oscuro del matrimonio, de la maternidad y de los resultados negativos que obtenemos al seguir nuestros instintos y obsesionarnos por la búsqueda de la verdad.