La sepia es uno los pescados y mariscos más utilizados en la cocina. No hay restaurante o bar que se precie sin que tenga en su carta a este animal a la plancha. Y es que además de ser muy económico y rico, es muy saludable. La sepia produce menos colesterol que otros moluscos parecidos como los calamares.
Por lo que no hay excusas para comprar este alimento y hacerlo en casa. Además, este plato suele gustarle mucho a los niños y es una manera para que coman pescado. A continuación, te desvelamos el truco de la sepia para que no se te quede dura.
2CÓMO LIMPIAR LA SEPIA
Puedes comprar la sepia entera en la pescadería (que seguramente te salga más barata) o trozos ya limpios congelados. Si decides adquirirla entera, hay que limpiarla antes de cocinarla. Para ello, lávala bien con agua fría bajo el grifo. Una vez limpia quítale la piel y las vísceras. Te tienes que quedar con la cabeza, las aletas y los tentáculos.
Vuelve a lavar la sepia bajo el grifo para asegurarte de que no haya ningún resto de piel o vísceras. El siguiente paso es cortar los tentáculos de uno en uno. Para la cabeza, haz trozos pequeños rectangulares o triangular que sean del tamaño de un bocado. Una vez que esté cortada, ya puedes empezar a cocinarla…