El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y el nuevo mandatario estadounidense, Joe Biden, se reunirán el próximo lunes aprovechando la asistencia de ambos a la cumbre de la OTAN en Bruselas, según han confirmado a fuentes del Ejecutivo, sin que por ahora haya confirmación de la Casa Blanca.
Según estas fuentes, el jefe de gabinete de Sánchez, Iván Redondo, habló por teléfono con su homologo estadounidense, Ron Klain, y ambos cerraron el encuentro entre los dos líderes para que puedan conocerse.
Además, las fuentes resaltan que dicho contacto es «importante» también porque cabe la posibilidad de que España sea el país anfitrión de la cumbre de la OTAN en 2022. Fuentes de la Alianza Atlántica han precisado que «en estos momentos no hay una decisión tomada sobre la fecha o el lugar de futuras cumbres».
Fuentes de Moncloa han confirmado que habrá imágenes de la reunión entre ambos mandatarios y han destacado la relevancia del encuentro porque el interés para que los dos presidentes puedan conocerse es «recíproco».
También han reseñado los «puntos de convergencia» entre el Gobierno español y la administración estadounidense en asuntos como el paquete fiscal, donde hay «plena sintonía desde el punto de vista político». Las mismas fuentes han explicado que se podrían abordar otros temas durante la conversación, como el refuerzo de la relación trasatlántica, el multilateralismo o la migración.
El encuentro entre los dos presidentes será el primer contacto entre ambos, ya que Sánchez aún no ha hablado por teléfono con Biden, que llegó a la Casa Blanca el pasado 20 de enero, y ni siquiera hubo un primer contacto después de su victoria frente a Donald Trump en las elecciones del pasado 3 de noviembre.
Este hecho ha generado no pocas críticas desde la oposición, incluido el PP, que ha puesto en tela de juicio la solidez de la relación con Estados Unidos y la pérdida de relevancia en general de España en la escena internacional.
Desde el Gobierno se ha venido defendiendo en los últimos meses que no había ningún problema con Washington y que la relación entre los dos países era fuerte y fluida con contactos en múltiples niveles.
Si la llamada no se había producido, dijo la ministra de Asuntos Exteriores, Arancha González Laya, a finales de abril, era porque Biden estaba «volcado en su agenda doméstica» ante la «herencia» que le dejó Trump.
Como resultado de ello, está limitando sus contactos con los líderes de otros países «a lo que es más urgente o imprescindible», agregó, asegurando que el Gobierno entiende «muy bien» que se haya centrado en afrontar de forma urgente las «cuestiones de urgencia».
En una respuesta parlamentaria en el Senado a una pregunta del PP conocida esta misma semana, el Gobierno había asegurado que Sánchez «celebrará un encuentro con su homólogo estadounidense cuando sus respectivas agendas lo hagan posible».
En 2017, tras la llegada de Donald Trump a la Casa Blanca, el primer contacto formal con el entonces presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, se produjo el 7 de febrero. No obstante, ambos ya habían hablado previamente en diciembre de 2016, después de que el republicano ganara las elecciones.
Por el momento, la Casa Blanca no ha confirmado el encuentro. En la última actualización de la agenda del presidente para el próximo lunes sigue apareciendo solo la cumbre con los líderes de la OTAN y su reunión prevista en los márgenes de esta con el presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, para hablar de la relación bilateral y de la región.