¿Estoy vivo? El nombre de la serie de RTVE no puede ser más tercero: ni ellos mismos lo saben. Después de tener cierto éxito en las primeras temporadas de la ficción ahora ha pegado un bajón en la audiencia que lo ha dejado con medio cuerpo dentro de la caja de pino.
Si Estoy vivo pretendía sobrevivir ante los tiburones de la competencia quizá el camino seguido en la última temporada no ha sido el más adecuado. Que Anna Castillo, una de las actrices más destacadas de la producción, abandonase la trama tampoco ayudó lo más mínimo. De hecho, estos y otros motivos que hoy te relatamos nos pueden ayudar a pensar que la historia se ha acabado para siempre.
7ESTOY VIVO FUNCIONA EN LA PLATAFORMA
Pérez Tornero, nuevo mandamás de RTVE, ha demostrado tener clara su estrategia: quiere apostar por la ficción nacional -aunque esta actualmente no le esté dando todo el rédito que desearía- y por la plataforma de contenido bajo demanda del ente estatal.
Y en este último sentido, y aunque Estoy vivo presente unos datos horrorosos de audiencia, todavía hay una parte importante del público que acude a internet para consumirlo a la carta. Esto es lo único que mantiene la serie ‘con vida’.