¿Estoy vivo? El nombre de la serie de RTVE no puede ser más tercero: ni ellos mismos lo saben. Después de tener cierto éxito en las primeras temporadas de la ficción ahora ha pegado un bajón en la audiencia que lo ha dejado con medio cuerpo dentro de la caja de pino.
Si Estoy vivo pretendía sobrevivir ante los tiburones de la competencia quizá el camino seguido en la última temporada no ha sido el más adecuado. Que Anna Castillo, una de las actrices más destacadas de la producción, abandonase la trama tampoco ayudó lo más mínimo. De hecho, estos y otros motivos que hoy te relatamos nos pueden ayudar a pensar que la historia se ha acabado para siempre.
5HORRIBLES DATOS DE AUDIENCIA DE LA SERIE
Lo que realmente ha puesto a esta serie contra las cuerdas han sido los nefastos datos de audiencia obtenidos. A pesar de la calidad del elenco y de los propios creadores, de los buenos datos de audiencia durante las tres primeras temporadas y de la trama, la audiencia ha preferido otros productos de la competencia.
De esta manera, Estoy vivo ha perdido entre la primera y esta última y cuarta temporada la mitad de sus fieles. Este amplio porcentaje, lógicamente, deja a la ficción herida de muerte.