Las patatas se encuentran presentes en una buena cantidad de recetas en España; de hecho, si revisamos las propuestas gastronómicas más tradicionales, seguramente las encontraremos como parte importante de los platillos.
Bien se trate de una tortilla de patatas, unas papas bravas o las tradicionales patatas arrugadas de Canarias, la patata es emblemática en gran cantidad de platos españoles; por esta razón, es increíble admitir que este popular tubérculo fuese tan rechazado y estigmatizado en su llegada a estas tierras.
La llegada no tan triunfante de las patatas a España
Fue en el año 1560 cuando las patatas provenientes de América tocaron tierras españolas por primera vez, su llegada no fue para nada triunfante, en un inicio se le trató como una baratija sin valor que debía ser desechada; solo aquellos que habían tenido la suerte de probarlas cocidas en tierra americana conocían su valía.
Tal fue el caso de Pedro Cieza de León, quien precisamente fue el que llevo a este tubérculo a tierras sevillanas. Cuando de León llegó con patatas a la casa de contratación, los inspectores no vieron ningún potencial en ellas, por esta razón el navegante decidió guardar unas cuantas para sí mismo.
Las patatas fueron durante años parte de la decoración ornamental de la aristocracia, sin embargo su consumo comenzaba a extenderse entre las personas de escasos recursos, quienes encontraron en estas la solución ideal para su hambruna.
La institucionalización del consumo de las patatas la inició Antoine Parmentier, un naturalista, nutricionista, agrónomo e higienista francés, que siendo un prisionero de los alemanes durante la guerra de los siete años, descubrió las propiedades de este versátil alimento, al que añadiendo leche y mantequilla, podía transformar en un plato digno de la aristocracia.
Durante la lucha por la legalización del consumo de las patatas, Parmentier no tuvo una tarea fácil; pues, tanto en Francia como en buena parte de Europa, a estas no se les consideraba como comestibles; aun así, gracias a su lucha, logró que se permitiera su cultivo y promovió su consumo.
Si bien la patata en sus inicios carecía de valor para los españoles, con el tiempo se transformaría en una verdadera salvación para muchos habitantes humildes. Las patatas resultaron ser una alternativa al consumo del trigo, su aceptación fue creciendo y poco a poco llego a convertirse en ingrediente número uno de muchos de sus platos.
Patatas horneadas, una verdadera delicatessen
Una de las curiosidades más marcadas sobre las patatas, es que, si bien su consumo se inició en los hogares de corte más humilde, con el tiempo este tubérculo mal mirado en sus inicios se convertiría en ingrediente principal de verdaderas delicatessen.
Un alimento considerado en un principio como simple planta ornamental y cuya degustación se abrió paso como alimento de emergencia para la clase más pobre, es ahora la base de este espectacular y cada vez más conocido plato.
Ingredientes para preparar unas deliciosas patatas horneadas rellenas de queso
Los ingredientes presentados son para la degustación de dos solo comensales, adapta las cantidades según sea el número de los invitados a comer.
Ingredientes
- 2 patatas con buena forma y de tamaño mediano
- Mantequilla (2 cucharaditas)
- Sal al gusto
- Pimienta recién molida al gusto
- Queso rallado (2 cucharadas)
- 2 cucharadas de queso crema
- Quesos varios (un buen puñado cortados en pequeños cuadrados)
- Aceite
Preparación
1.- Lava muy bien las patatas y sécalas perfectamente. Para preparar esta receta, las patatas deben conservar la piel; así que, si generalmente en toda receta que incluya patatas estas deben lavarse, en este caso extrema aún más su limpieza.
2.- Pincela las patatas con aceite por todas sus caras y espolvorea con sal.
3.- Envuelve cada patata en un trozo de papel de aluminio. Cúbrelas muy bien.
4.- En una bandeja para horno, coloca las patatas y llévalas a hornear por espacio de 30 minutos a 180°.
5.- Retira las patatas del horno y córtalas por la mitad respetando dejar un centímetro de la base, es decir sin llegar a rebanar por completo.
6.- Quita el papel de aluminio hasta la mitad de la patata.
7.- Con mucho cuidado y con la ayuda de una cuchara, abre un poco a través del corte que habías hecho a la mitad y retira parte de la pulpa interior (reserva lo que vayas retirando en un bol).
8.- Agrega sal y pimienta a las patatas y añade una cucharadita de mantequilla en su interior.
9.- Toma el bol en el que has reservado la pulpa de las patatas y mézclalo con el queso crema y los cuadrados de queso.
10.- Rellena las patatas con la mezcla anterior y cúbrelas con el queso rallado.
11.- Lleva las patatas al grill del horno por unos 10 minutos aproximadamente.
Tips adicionales
1.- Selecciona muy bien las patatas que vayas a utilizar, lo ideal es que sean firmes, de textura lisa y sin huequitos o protuberancias.
2.- Utiliza mantequilla al momento de prepararlas, aunque también puedes hacerlas con margarina el resultado no es igual, sobre todo en lo que al sabor respecta.
3.- Puedes realizar también el pre cocido de las patatas hirviéndolas por unos minutos en agua con sal.
4.- Para rellenar puedes seleccionar los quesos de tu preferencia. Recomendamos quesos que fundan bien para que el resultado final sea bastante cremoso y delicioso, los quesos frescos y azules van realmente bien con esta receta.
5.- Para otorgar un plus de color, sabor y textura, puedes añadir al momento de servir trocitos de panceta crujiente, cebollino o las hojas verdes de puerro picadas finamente y pasadas por hielo. Este toque logrará una explosión de texturas al momento de comerlas.
Las patatas horneadas con queso son ideales para comer solitas mientras se comparte un buen rato entre amigos; sin embargo son muy recomendadas para acompañar platillos con carnes, pollo e incluso pescados.
Prepara estas deliciosas patatas y añade de forma sencilla un toque gourmet a cualquier ocasión.