El vicesecretario general de Ciudadanos y portavoz adjunto en el Congreso de los Diputados, Edmundo Bal, ha respaldado al alcalde de Granada y miembros de Cs, Luis Salvador, para que continúe siéndolo hasta el final de la legislatura, en vez de cederle el puesto al PP los dos próximos años. Además, ha pedido a los ‘populares’ que regresen al Gobierno municipal y que no usen los votos de «tránsfugas».
En rueda de prensa en la Cámara Baja tras la Junta de Portavoces, Bal ha subrayado que el acuerdo que se alcanzó para Granada «entre las direcciones nacionales de los dos partidos» tras las elecciones locales de 2019 fue que Ciudadanos ocuparía la Alcaldía «por cuatro años», no por dos, como asegura el PP.
Por ello, ha lamentado que los seis concejales del Grupo Popular que formaban parte del Ejecutivo de coalición con Cs lo hayan abandonado –junto a dos de los cuatro ediles del partido naranja, Manuel Olivares y Lucía Garrido– y ha dicho que el PP tendrá que explicar las razones por las cuales «se borra» de «un Gobierno que funciona» y que «gestiona bien».
RECHAZA UN ACUERDO CONTRARIO A «LA VOLUNTAD DE LOS VOTANTES»
Bal espera que los ‘populares’ «rectifiquen», que «vuelvan al Gobierno» y que «no se legitime ni se pueda dar validez o utilizar votos de ningún tránsfuga para un acuerdo que lesionaría la voluntad expresada por los votantes» en las urnas. «El PP no ha controlado a uno de sus ediles del consistorio y ahí queda la cosa pendiente de un hilo», ha indicado.
El presidente provincial del PP, Sebastián Pérez, que sostiene que al inicio del mandato municipal hubo un pacto entre Ciudadanos y el PP para que un partido ostentase la Alcaldía los dos primeros años y el otro la ocupase durante los dos siguientes –algo que Salvador siempre ha negado–, se dio de baja del PP sin renunciar a su acta de concejal.
Además, Pérez amenazó con apoyar una moción de censura de la izquierda si el regidor de Cs no dejaba su cargo al frente del Ayuntamiento de Granada, donde el PSOE ganó las elecciones de 2019 al conseguir diez ediles.
Posteriormente, el secretario provincial ‘popular’ en Granada, Jorge Saavedra, explicó que, «descartándose» Pérez como «candidato a la Alcaldía» y dado que fue «el único obstáculo» para que hace dos años el PP obtuviera la vara de mando, se hacía necesario que el actual regidor diera «un paso al lado».
Bal no ha avanzado qué solución podría haber en el caso de que el PP se negase a recomponer el Ejecutivo de coalición con la formación naranja y ha recalcado que Salvador «ha sido muy claro» al afirmar que ambas partes tenían «un acuerdo de cuatro años». «En esa posición es en la que vamos a estar en Ciudadanos», ha insistido, añadiendo que en las próximas semanas se verá qué ocurre finalmente.
DESCARTA QUE AFECTE AL GOBIERNO DE COALICIÓN ANDALUZ
Por otro lado, ha descartado que la situación en Granada pueda afectar negativamente al pacto con el PP en la Junta de Andalucía, ya que, como ha dicho el propio portavoz del Gobierno autonómico, Elías Bendodo (PP), y como le ha transmitido a él el vicepresidente, Juan Marín (Cs), es un Gobierno «estable» que «va a continuar hasta el final de la legislatura».
Respecto a Olivares, uno de los dos ediles de Cs que han salido del Gobierno municipal de Granada, el portavoz parlamentario ha apuntado que también ha decidido dejar de ser afiliado del partido, por lo que «no habría ninguna medida disciplinaria que adoptar» contra él.
Lo que ha exigido, tanto a Olivares como a Garrido, es que renuncien a sus actas de concejales, ya que ese fue el compromiso que adquirieron en la carta ética de Ciudadanos que firmaron al concurrir a los comicios. En el caso de Garrido, se presentó en la candidatura de Cs, pero como independiente.
Bal considera que, cuando «uno se presenta en una lista cerrada bajo la marca de Cs», «defrauda a los votantes si se cambia de partido político, si cambia sus ideas o si se encuentra más satisfecho con el PP» y, mientras tanto, conserva el cargo público.