El final de temporada llegó en el FC Barcelona y un aire de melancolía recorre aún al club; todo debido a un Ronald Koeman que despierta muchas dudas de cara al próximo curso. Y es que el conjunto azulgrana acabó temporada de una forma pésima; porque a pesar de ganar la Copa del Rey, las sensaciones no fueron para nada positivas. Si se debe catalogar la campaña algunos dirían que fue regular y razón no les faltaría, pero eso sería más de los que que quieren tapar el sol con un dedo; porque la gran mayoría es consciente de que lo mejor es catalogarla como mala a pesar de obtener un título, algo que no muchos pueden decir. La dureza vendría por la pésima imagen que dejó el club blaugrana en el tramo final, en el que mostró todas sus carencias y el señalado fue el neerlandés.
Koeman llegó como un bombero para salvar a un Bartomeu que prometió cambios, pero lo único que hizo fue botar a Luis Suárez y traer al neerlandés. Sin embargo, con una plantilla que él no hizo y sin obtener ninguno de los fichajes que pidió, el nuevo entrenador blaugrana se las tuvo que apañar y el inició no fue el esperado. Malos resultados y un juego irregular dejaron al Barça a la deriva, lo que desembocó en su humillación en Champions League y la derrota en la final de Supercopa de España; sin embargo pudieron levantar y les alcanzó para levantar la Copa del Rey, que fue solo un espejismo; porque el mal juego y todas las carencias se vieron al final, por eso todos pedían el adiós de Koeman. Esto al final parece que no ocurrirá, pues Joan Laporta ha decidido darle continuidad, aunque con algunos matices.
La imposición de un equipo más ofensivo
Este cierre de campaña fue muy revelador para un Laporta que quiere ver un Barcelona muy distinto al de las últimas jornadas. En lugar de ese que no puede ganar duelos importantes para ponerse líder, comete muchos errores en defensa, no hace goles en los momentos claves, se queda sin ideas desde el banco y se descuelga de la lucha por el título; lo que el mandatario azulgrana quiere es un equipo que vuelva a ser grande, que domine y luche por todos los trofeos hasta el final. Ante eso se esperaba que Koeman fuera despedido, pues se presume que con él no se logrará nada de eso; no obstante, tras tomarse un tiempo para buscar una mejor opción, claramente no la hay en la actualidad, así que el neerlandés se quedará. Su continuidad es casi un hecho, pero para eso se tomaron medidas.
Laporta va a dejar que Koeman cumpla su contrato hasta el 2022, aunque para eso le pidió que dejara los inventos y colocara un equipo más ofensivo. Según comenta ‘SER Catalunya’, el mandatario blaugrana le exigió al neerlandés que el esquema que deberá utilizar el próximo curso es el 4-3-3; la alineación que más éxitos le ha dado al club a lo largo de toda su larga historia. Durante los últimos días, tanto el entrenador culé, como Laporta y Rafa Yuste, responsable del área deportiva del club, han mantenido reuniones en las que se habló de que el sistema táctico que debía usar es el 4-3-3, algo que es innegociable; así lo confirmó ‘SER Catalunya’. Frente a esa exigencia, Koeman habría aceptado y ese el primer motivo por le cual conservará su puesto. De esa forma se verá ese equipo más ofensivo que tanto espera Laporta.
Sin dinero para echar a Koeman
Todo lo referente al sistema se da, porque los experimentos con tres centrales funcionaron hasta cierto punto esta campaña; pero la realidad es que se perdió mucho ataque y el equipo no terminó ganando nada en defensa, pues acabó perdiendo muchos partidos. Con Koeman aceptando que debe ser este su sistema para la próxima temporada ya Laporta está más tranquilo y presume que el equipo mejorará sus prestaciones. Sin embargo, ese no ha sido el único motivo por el que ha decidido dejar al neerlandés; la verdad es que la razón principal de eso es la falta de dinero que tiene al club en al actualidad. Esa enorme deuda que quedó heredada de Bartomeu no solo genera problemas para las renovaciones y los posibles fichajes; porque la realidad es que las arcas del club están tan mermadas que sería imposible pagar el finiquito de Koeman.
Acabar con el vínculo de Koeman con el Barcelona costaría muchos millones que menos quieren destinar para pagarle a un entrenador. Y es que Laporta decide echarlo deberá pagarle el año de contrato que le resta, pues ya el neerlandés ha asomado que no perdonará ni un solo euro, por lo que se le tendrá que pagar 5,8 millones de euros. A ese que es su salario anual se le deberá sumar una indemnización por romper el contrato antes de tiempo que es de 7,2 millones de euros, así que en total serían 13 millones de euros lo que costaría sacar a Koeman del banquillo azulgrana, una cantidad que el mandatario de la institución catalana se niega a pagar. Ya en las ruedas de prensa en las presentaciones de Agüero y de Eric García, Laporta ha dejado ver que el neerlandés continuará, al menos por una campaña más.