El cese de actividad es aquel proceso en el que un empresario toma la decisión de suspender el tráfico diario de su empresa. Es decir que se hace un paro de forma temporal y no implica que la sociedad deja de existir.
La empresa con el cese de actividad existe, pero se encuentra temporalmente inactiva.
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Este es un proceso que debe realizar los empresarios sin coste en contraposición a la liquidación y disolución. Deben presentar ante la Administración tributaria una declaración censal de modificación en el que marquen la casilla con la opción dejar de ejercer todas las actividades empresariales y/o profesionales. Esto implica personas jurídicas y entidades, sin disolución, entidades inactivas.
El cese de actividad es básicamente un paro de actividades empresariales y profesionales de una forma temporal. A su vez , también se paraliza la emisión de facturas por la entrega de bienes o prestación de servicios propios de la actividad empresarial.
Hay que tener en cuenta que este concepto tiene dos puntos. El cese de actividad tiene significados distintos según se haga referencia a un autónomo o una empresa (que es la que mencionamos). En el caso de autónomos, el cese de la actividad significa su extinción definitiva.
Pero cuando se habla de empresas, el cese de actividad significa solamente la suspensión temporal de la actividad, no su extinción.
¿Qué supone el cese de actividad de la empresa?
El cese de actividad de una determinada empresa, supone los siguientes puntos:
- La suspensión temporal de la actividad.
- La empresa está inactiva pero mantiene su personalidad jurídica.
- No se pueden emitir facturas. Entre otras razones, porque la actividad está suspendida.
- La contabilidad, no obstante, se debe seguir elaborando.
- La empresa debe seguir elaborando todos los libros y depositar las cuentas anuales en el Registro Mercantil.
- También, debe presentar el Impuesto de Sociedades.
- La empresa deberá presentar las declaraciones periódicas debido a las obligaciones de retención que pueda tener.
- Asimismo, debe presentar las declaraciones fiscales (IVA) de las facturas relacionadas con el periodo en que estuvo activa.
- Debe presentar las declaraciones informativas o resúmenes anuales.
- Las sociedades anónimas, sociedades limitadas y grandes empresas deben seguir accediendo a la Dirección Electrónica Habilitada para estar al tanto de las notificaciones pendientes.
Puntos relevantes ante el cese de actividad
El cese de actividad de una empresa también supone un proceso extenso, debido a que debe hacerse cargo del despido (de ser el caso) y de la indemnización.
Cuando hablamos del cese de actividad y del despido por esta razón, la empresa debe avisar a los trabajadores al menos 15 días antes de efectuarse el despido.
El despido de trabajadores por cese de actividad de una empresa se considera de tipo objetivo, al ser un tipo de despido de forma objetiva, es procedente. Así que la indemnización de los empleados es mucho menos en comparación con un despido que sea catalogado como improcedente.
Sobre la indemnización por el cese de actividad, en estos casos como es procedente es de 20 días por año trabajado. En este caso con independencia de que se trate de despido colectivo o no.
El máximo sobre la indemnización está fijado en doce mensualidades.
¿Qué significa el cese de actividad para los autónomos?
El cese, tal como mencionamos anteriormente, tiene varios significados de acuerdo al caso. En este punto el cese para trabajadores de cuenta propia o identificados como autónomos, quiere decir el fin definitivo de su actividad. Mismo concepto que aplica para el Emprendedor de Responsabilidad Limitada.
Para ambos, el cese de la actividad supone:
- El cierre o fin de la actividad empresarial o profesional.
- No poder emitir facturas ni tampoco recibirlas.
- El cierre definitivo de la contabilidad, es decir: no se podrán anotar más operaciones contables.
- No presentar las declaraciones fiscales periódicas, salvo aquellas que hagan referencia al periodo de actividad.
Ahora bien, cuando se extingue la actividad el autónomo debe tramitar la baja del autónomo del Régimen Especial de Trabajadores Autónomos (RETA) de la Seguridad Social. Este proceso
Para hacer esto, deberá dirigirse a la delegación más próxima de la Seguridad Social o hacerlo de manera telemática en la Sede Electrónica.
Un punto a tomar en cuenta es que si tiene trabajadores por cuenta ajena a su cargo, también debe encargarse de los trámites de baja.
La documentación que se requiere para el proceso
- Solicitud de la prestación.
- Los últimos 12 recibos de autónomo.
- Certificado de la Seguridad Social.
- Justificar los motivos de la baja si ha sido por causas económicas: perdidas del 30% de los ingresos durante un año o del 20% durante dos años.
En el proceso del cese de los autónomos, también se implica que tienen derecho a una prestación por cese de actividad. Esta prestación es conocida como paro del autónomo, vigente en España desde 2010.
Para poder acceder a la prestación, el autónomo ha de demostrar que el cese ha sido involuntario. Además, debe estar al corriente del pago de la cuota de autónomo y haber cotizado un mínimo de 12 meses, también en concepto de cese de actividad.
