Investigadores buscan clones más resistentes y sostenibles de la uva bobal

Un proyecto de investigación desarrollado entre la Denominación de Origen Utiel-Requena y el CSIC, a través del Centro de Investigaciones sobre Desertificación, trata de conseguir clones más resilientes y con mejores aptitudes enológicas de la variedad de uva tinta Bobal.

El objetivo es contribuir a aumentar la competitividad del sector vitivinícola valenciano en un contexto de cambio climático. Al finalizar el proyecto, en diciembre de 2028, se pretende conseguir por lo menos ocho clones distintos correctamente registrados y disponibles para los viticultores.

‘ValoraBobal’, que se desarrolla gracias a un contrato de I+D+i, está coordinado por Diego S. Intrigliolo Molina, investigador científico del CSIC en el grupo Agua y Cultivos del CIDE. La participación de este centro consiste en la selección de los biotipos sobre la base de un estudio agronómico y la realización de los respectivos estudios genéticos y fitopatológicos.

Actualmente, la iniciativa sigue adelante con la evaluación agronómica de los biotipos en una parcela localizada en Utiel-Requena (Valencia), propiedad de la Fundación Lucio Gil de Fagoaga y gestionada por el CSIC a través de un protocolo general de actuación establecido con esta entidad local.

En la investigación se realiza una selección clonal-sanitaria sobre la variedad Bobal destinada a la obtención y certificación de material vegetal con mejores aptitudes enológicas y con un buen equilibrio producción-calidad de la uva en condiciones de disponibilidad limitada de agua, bien sea en secano o bajo riego deficitario sostenible, detalla el Consejo Superior de Investigaciones Científicas.

Para ello se identificarán clones que tengan un correcto desarrollo en las condiciones climáticas locales. Se buscarán además clones capaces de proporcionar en vendimia bayas con una adecuada acidez y pH del mosto, así como una óptima relación sólidos solubles totales/polifenoles totales.

MEJOR ADAPTACIÓN A LA SEQUÍA Y AL CAMBIO CLIMÁTICO

Como criterio secundario, se seleccionarán variantes somáticas (accesiones) capaces de mantener un buen rendimiento en condiciones de secano extremo con el fin de proporcionar clones de la uva tinta Bobal mejor adaptados a la sequía y con mayor resiliencia ante las condiciones de cambio climático que se esperan para el este de la Península Obérica, menos precipitaciones y temperaturas más elevadas.

La primera fase de prospección y evaluación de material vegetal se desarrolló entre 2018 y 2019, hasta obtener una zonificación con las características genéticas (biodiversidad varietal), agronómicas, enológicas, sanitarias y el posicionamiento del material vegetal preseleccionado y de las zonas de cultivo identificadas con sus caracteres singulares.

En la segunda fase, a llevar a cabo entre 2020 y 2024, todo el material preseleccionado se establecerá en un mismo viñedo experimental que permitirá evaluar de forma fehaciente y robusta el material vegetal.

Gracias a una colaboración con el Instituto Valenciano de Investigaciones Agrarias (IVIA), se asegurará que el material elegido está libre de virus descartando el posible material infectado. Al finalizar esta fase se identificarán ya los posibles clones que podrían ser utilizados en fase de prueba por viticultores colaboradores.

En la tercera fase, durante el periodo 2023-2028, los clones preseleccionados serán evaluados durante tres años en varias condiciones edafoclimáticas, bajo condiciones de secano y riego deficitario e injertados sobre distintos portainjertos.

Y al finalizar, en diciembre de 2028, los investigadores pretenden lograr al menos ocho clones correctamente registrados y disponibles para los viticultores. También esperan disponer de información agronómica para recomendar a los viticultores sobre el tipo de clon y el portainjerto más adecuado en función del objetivo enológico, la disponibilidad de riego y las características del ‘terroir’ o terruño, conjunto de factores que definen y describen la región geográfica donde está emplazado el viñedo.

En definitiva, el proyecto busca seleccionar y poner a disposición de los viticultores nuevos clones de la variedad de uva tinta Bobal, aunque no podrán registrarse porque no se trata de obtenciones derivadas de unos programas de mejora genética, sino selecciones de la variabilidad natural existente.