Greg Marles, sobrenombre del músico con discapacidad visual Gregorio Martínez (Murcia, 1965), vuelve a ponerse al frente de ‘Laurel Canyon’ para presentar su nuevo trabajo discográfico, ‘Obsolescencia Programada’, editado con apoyo del Fondo de Ayudas para Iniciativas Culturales de la ONCE, y con el que busca que «la gente sienta que hay esperanza».
Se trata de una colección de diez canciones en cuya grabación han participado músicos reconocidos como Iván López (guitarras y coros), Natxo Tamarit (bajo) o Edu Olmedo (baterías) y donde, fiel a la esencia del sonido de la banda, destaca el protagonismo del violonchelo, en esta ocasión a cargo de Mireia López Beltrán. El álbum ha sido grabado y producido por Vicente Sabater, con quien Greg Marles lleva años colaborando.
El nombre del proyecto, ‘Laurel Canyon’, hace referencia al legendario barrio de Los Ángeles (California, EEUU), al que en la década de los 60 del siglo pasado se mudaron jóvenes músicos convertidos hoy en mitos como Brian Wilson, Jim Morrison, Gram Parsons, Eric Clapton o Joni Mitchell, y que fue epicentro mundial de la música pop y rock en aquellos años dorados de la música popular.
En palabras del propio Marles, este nuevo trabajo, ‘Obsolescencia Programada’, ha sido compuesto en su mayor parte durante estos meses de pandemia pero se trata de un disco de carácter optimista. Yo quería que la gente cuando lo escuchase sintiera que hay esperanza, que las canciones no hablan de situaciones tristes sino todo lo contrario, que hay optimismo y buen rollo», manifiesta el músico.
Así, el disco se abre con el tema ‘Sólo hay’, donde el compositor profundiza en todo lo que ha tocado vivir en el periodo pandémico, en las calles desiertas o en la esperanza puesta en la ciencia, y se cierra con ‘Quise tocar el cielo’, donde reflexiona sobre si habrá alguien esperando cuando toque volver a subir al escenario.
Entre medias, canciones como ‘Obsolescencia programada’, que da título al disco y que habla de la fugacidad que rodea al ser humano, simbolizado en este caso en los breves amores de verano. O historias como la que cuenta ‘Faro, gente, noche, radio, palo, carta, brazo, playa’, una canción de nombre larguísimo que tiene su explicación en el tema al que está dedicada, la enfermedad de Alzhéimer.
«Es un test de memoria que se hace a la hora de diagnosticar la enfermedad», cuenta Greg Marles. «Se trata de un tema que me toca a nivel personal y con el que estoy implicado, de hecho estamos preparando un proyecto de cortometraje y videoclip basado en esta canción».
El trabajo también incluye dos versiones: ‘Hay que vivir’, de Joan Baptista Humet, y ‘Love song’, de The Cure, incluida en el repertorio de conciertos de ‘Laurel Canyon’ desde sus inicios.
En estos momentos, el músico de Yecla está en plena promoción del nuevo trabajo y preparando los conciertos para la gira de presentación. Según comenta, el apoyo de la ONCE a través de su Fondo de Ayudas para Iniciativas Culturales ha sido para él fundamental en su trayectoria. «Sin este apoyo no estaría aquí o, al menos, me hubiera resultado mucho más difícil llegar hasta donde estoy», reconoce.
El disco ‘Obsolescencia Programada’ puede adquirise en la web de la banda (‘www.laurelcanyon.es’) y en plataformas digitales.