Este jueves 27 de mayo se celebra el Día Nacional del Celíaco. Una enfermedad que afecta a medio millón de españoles, un 1% de la población de nuestro país cuyo bienestar depende de la adopción de una dieta de alimentos 100% Sin Gluten para asegurar una buena calidad de vida.
Sin embargo, y aunque parezca un dato llamativo, 7 de cada 10 celíacos, un 75% del total, no saben que lo son por falta de un diagnóstico. Ante esta realidad, la Federación de Asociaciones de Celíacos de España (FACE) considera imprescindible el diseño de estrategias de salud en los niveles de atención primaria para combatir el infradiagnóstico del que es objeto esta enfermedad que afecta a más personas de las que pensamos.
Y es que asociamos la celiaquía a problemas intestinales como la hinchazon en la barriga, el dolor, las náuseas o la inflamación, pero en ocasiones esta enfermedad no presenta ningún síntoma intestinal, de ahí las dificultades que plantea la detección de la enfermedad.
Según Aarón Santana, presidente de la FACE, «nos encontramos con personas que no tienen ninguna reacción a la ingesta del gluten pero que experimentan otros síntomas que no son intestinales, y para los que se requiere un protocolo específico que permita llegar a un diagnóstico más temprano, para evitar un mayor daño intestinal y el desarrollo de enfermedades asociadas».
A pesar de que se ha avanzado en este aspecto de forma importante durante los últimos años, la FACE considera necesario dar un paso más para garantizar, además del diagnóstico de la celiaquía, mecanismos de seguimiento para controlar que los pacientes cumplen una dieta 100% sin gluten, así como estudios para determinar la evolución de la calidad de vida vinculada al seguimiento o no de la dieta correcta.
Democratización del mercado Sin Gluten
Hasta la fecha, una dieta libre de gluten es la clave para mejorar la calidad de vida de las personas celíacas, un hecho que es posible gracias a la evolución y democratización que ha experimentado el mercado de los alimentos Sin Gluten, con una oferta amplia, de calidad y asequible para todos los bolsillos.
No hace tantos años, tener una intolerancia alimentaria al gluten suponía muchos inconvenientes en cuanto a contar con una variedad suficiente que permitieran una alimentación diversa y equilibrada, sin renunciar al placer de comer sabroso y nutritivo.