Psiquiatras que han asistido al acusado Juan Carlos J.J. padre, quien asume la autoría íntegra del triple crimen de Cáseda, han manifestado este jueves, en la cuarta sesión de la vista oral del juicio, que el procesado sí ha mostrado arrepentimiento y que tiene «poco apego a la vida en este momento».
Las expertas han declarado, a preguntas de las partes, que no pueden peritar si el arrepentimiento del acusado, padre de los otros dos inculpados, es sincero pero sí han manifestado que «él nos refirió el arrepentimiento, sí lo verbalizó».
Han descrito que Juan Carlos J.J. padre presenta un «trastorno» que es «posterior a los hechos» ocurridos en Cáseda el 18 de septiembre de 2018. «Hay sintomatología ansiosa con nerviosismo, alteración de sueño y sintomatología depresiva, ideas negativas, tristeza…, que son reactivos, no son previos a los hechos», han expuesto, para precisar que en prisión le han puesto tratamiento psicofarmacológico. «Tiene poco apego a la vida en este momento», han afirmado.
Las médicos, además, han indicado que en el momento del crimen el hombre «tenía capacidad volitiva», «era capaz de tomar las decisiones». «Su juicio y capacidad de elaboración de pensamiento abstracto estaban conservadas», han detallado.
HUELLAS Y AND
Por otro lado, expertas del laboratorio Nasertic han señalado este jueves en el juicio que en la escopeta que se utilizó en el crimen de Cáseda, en el gatillo y en tirador, no se han podido identificar los restos de AND porque «la capacidad genética» era poca y «no se puede decir a quién» corresponde.
Las dos expertas han intervenido también en la cuarta sesión de la vista oral del juicio que se sigue en el Palacio de Justicia de Pamplona por el triple crimen ocurrido en Cáseda y han comentado que en el guardamanos de la escopeta sí identificaron dos perfiles de dos individuos, de los que se identificó solo a uno.
Uno de los agentes de la policía científica de la Policía Foral que también ha declarado ha explicado, en concreto, que en la escopeta hay «perfil mezcla de al menos dos personas, de Emilio y de otra persona» que no se ha identificado. Ha manifestado que «no todas las personas dejamos los mismos restos» y que ello puede deberse a «sudoración y aminoácidos».
En cuanto a los restos en el bastón encontrado en el lugar de los hechos, ha detallado que «en la punta se ve perfil genético coincidente con Fermín -fallecido-, la sustancia rojiza en mitad del bastón es también coincidente con Fermín y en el mango hay de dos personas, Fermín y otra persona sin identificar».
Por otro lado, un agente de la Policía Foral ha explicado, a preguntas de las partes, que llevaron a la hija y hermana de los acusados a declarar al cuartel de la Guardia Civil el día que ocurrieron los hechos y que descubrió que la mujer no se había desplazado ese día en taxi, tal y como ella había dicho, desde Muniáin de la Solana a Cáseda.
Según ha dicho, «cuando descubrí que no era cierto, se lo expuse a ella». «Llamé a todos los taxistas de la zona y ninguno había hecho ese trayecto», ha explicado, para señalar que ella «se quedó callada y me confesó que había sido una persona conocida»; que no había dicho su nombre porque esa persona «tenía mucho miedo», por lo que se le ofreció acogerse al programa de protección de testigos.