Los días pasan y cada vez más parece una remembranza de lo sucedido en el 2018, pero sin el título de Champions League. Zinedine Zidane se irá del Real Madrid, en esta oportunidad sin ningún título bajo el brazo para hacer gala de su maestría, que sin duda la tiene por todo lo que ya hizo; aunque en está ocasión todos los estamentos del conjunto merengue parecen estar avisados. Esto debido a que desde la dirigencia, pasando por la plantilla y llegando hasta el público, ya todos saben lo que sucederá en los próximos días, pues el francés viene mandando señales desde hace algún tiempo; eso sin contar los rumores que se han deslizado por medio de la prensa y que se acercan mucho a una realidad en la que Zidane ya no estará. Florentino Pérez se prepara para el futuro, pero eso no quiere decir que no duela.
El aún estratega blanco regresó al equipo en un momento de suma debilidad, en el que Santiago Solari llegó tras la decepcionante etapa de Julen Lopetegui; el problema fue que el argentino poco pudo hacer al heredar un plantilla que no había hecho él y con muchos males incrustados en ella. Al final Zidane accedió al llamado de Florentino Pérez para hacerse cargo de esa misma escuadra que había dejado unos meses antes. Temeroso de hacer una renovación que ya se preveía, pues no quería mandar fuera a esos jugadores que tanto les habían dado, fue él quien decidió dar un paso al costado; tras dos años de eso, la renovación sigue sin llevarse al cabo del todo, aunque ya no se va por eso. Sencillamente siente que es un fin de ciclo y pese a que la renovación se hará sin él, ya no quiere dirigir al Madrid.
En rueda de prensa dio algunas pistas
Desde hace semanas que el mensaje de Zidane cada vez que aparecía en rueda de prensa tenían un tinte a despedida que nadie podía negar; claramente todo parecía indicar que su salida estaba muy cerca y que de nuevo el francés abandonaría el barco, aunque no tan sorpresivamente como la vez anterior. Las señales se hicieron más claras en su última rueda de prensa, justo antes del duelo contra el Villarreal; de hecho, el galo impresionó a más de uno al decir que «el Real Madrid sería mejor equipo sin mi».
Cierto es que el mensaje fue mucho más claro de lo que todos pensaron, pues completó diciendo a los medios: «Volví aquí (en 2019) con mucha energía y lo he dado todo. Yo soy un ganador, yo peleo y lo doy todo para ganar y este es el ADN del Real Madrid y los jugadores lo han dado todo para ganar. Yo sí soy muy autocrítico conmigo mismo. Es verdad que después de esa temporada hay que descansar un poquito«. Sin duda, Zidane abrió el terreno, debido a que tras el partido dejó más señales de su adiós.
«Lo más importante no soy yo, sino lo que han hecho mis jugadores, felicitarles. Luego con tiempo, con calma, voy a hablar con el club. Pero no ahora, más adelante. Hoy es un día para felicitar a mis jugadores», comentó Zidane tras su triunfo al Villarreal que no sirvió de nada. Claro que la idea era acallar las críticas luego de acabar la temporada sin ganar ni un solo título, debido a que LaLiga Santander se la acababa de llevar el Atlético de Madrid; pero todo lo que hizo fue agravarlo más con esos mensajes que sonaron a despedida total del Real Madrid.
Zidane dejará un gran espacio que llenar
La verdad es que la noticia de la salida de Zidane del Real Madrid sería un palo duro de digerir, pues en la era moderna se ha convertido en toda una referencia del club. Ya lo fue como jugador, pues fue vital para ganar la novena Champions League de la historia de los merengues; pero desde que se convirtió en entrenador y se hizo con el mando del primer equipo, los éxitos se han multiplicado. Un total de 11 trofeos se ha llevado a las vitrinas, los más importantes esas tres Champions League y dos Ligas; sin embargo, lo más importante fue esa sensación de poder que le dio al equipo. El francés siempre supo sacar lo mejor de la plantilla, porque al haber tenido su experiencia como jugador sabía exactamente como tratar a los futbolistas y condujo de una gran manera el vestuario.
Con Zidane el equipo funcionó de maravilla, porque en cada una de sus llegadas supo leer a la perfección lo que necesitaba el equipo en ese momento y cuando logró asentarse los títulos comenzaron a llegar uno detrás de otro. El vestuario se movió siempre con él y así hubiesen futbolistas que jugaran más o menos, la verdad es que Zidane no se encontró con rebeldes que dañaran todo y los que podían hacerlo acabaron saliendo. Su salida significa un fin de ciclo muy doloroso y solo agranda más una historia de amor inolvidable, que ni siquiera una temporada sin títulos podrá empañar. La Juventus parece ser su destino más seguro y dentro del Real Madrid suenan tipos como Raúl González, Allegri y, recientemente, Conte. Ya el futuro dirá, pero lo que si es seguro es que Zidane será imposible de reemplazar.