La MotoGP ha adquirido una vez más un matiz especial esta temporada y eso es debido a que Marc Márquez ha vuelto ha competir en ella. El problema, claro está, es que el piloto de Repsol Honda todavía se encuentra pasando el mal trago de lo que significó la terrible lesión en su brazo que lo sacó de la campaña pasada. Si bien regresó con mucha ilusión, ya sin dolores y con el permiso de sus médicos; las cosas no han marchado tal y como muchos esperaban en estas primeras tres carreras en las que él ha participado. Tras perderse las primeras dos, GP de Qatar y GP de Doha, muchos pensaron que saldría con potencia para comenzar a recuperar posiciones y luchar una vez más por el título; sin embargo, nada más alejado de la realidad, porque los resultados no lo han acompañado ni un poco.
Aunque la gran mayoría puede achacar todo este momento pésimo de Marc Márquez a que la competencia es formidable y que el campeonato está muy cerrado; la verdad es que tampoco está siendo así, no al menos en el caso del de Cervera. Justo ahora se ve la gravedad de las lesiones del piloto de Repsol Honda, que tanto él como las personas que lo admiran llegaron a menospreciar. Su nivel se ha mostrado muy por debajo de las prestaciones a las que tiene a todos acostumbrados en el mundo del MotoGP y a pesar de que en el Gran Premio de Francia pudo sacar a relucir parte de su gran calidad y talento, al liderar durante una buena etapa de la carrera y conducir de forma espectacular bajo la lluvia; la realidad le dio en la cara con esas dos caídas que lo dejaron fuera.
Marc Márquez sigue sin buen ritmo
Su última decepción en Le Mans vino a suponer una verdad que escuece a muchos y de la que no se sabe si saldrá pronto: Marc Márquez no tiene un buen ritmo competitivo. Pese a que se le pudo ver liderando la carrera un buen tramo y defendió su posición muy bien, al final falló al momento de la verdad y con una primera caída demostró que todavía le falta pasar más tiempo en la moto; no obstante, con la segunda y definitiva que le hizo retirarse de la carrera, lo que hizo fue dejar claro que además de sincronía tampoco tiene un buen ritmo para competir en la máxima categoría. Sus actuaciones han despertado las críticas de varios sectores, más que nadie de un Jorge Lorenzo al que bien poco lo tienen que incentivar para criticar a otros; pero en lo que todos aciertan es que no está bien.
Sin comodidad sobre su moto y con malos resultados parece casi imposible que Marc Márquez luche por el título esta temporada. Y es que la realidad es que tras cinco carreras ya realizadas, en las que el de Cervera solo ha podido participar en tres de ellas, las cosas no le han ido para nada bien. Luego de perderse las dos primeras, el catalán consiguió un séptimo lugar en el Gran Premio de Portugal, un noveno puesto en el Gran Premio de España y este doloroso retiro en Francia que lo tiene el puesto 17 de la clasificación, con 16 puntos acumulados. Al estar a 64 puntos de Fabio Quartararo, que lidera el Mundial de MotoGP con 80 puntos, luce bastante complicado que pueda pelear por el título. El trofeo se aleja, pero más que eso también esa sensación de que el de Repsol Honda podría batallar con todo.
Esa magia lo ha abandonado
Otra de las explicaciones que más se ha visto en los últimos días es que Marc Márquez ha perdido esa aura ganadora que lo caracterizaba; que no solo ha sido la lesión la que le ha trastocado muchas cosas en su físico y su falta de ritmo competitivo, sino que también le ha quitado la magia que lo acompañaba a la hora de ganar carreras. Los riesgos que tomaba, esa forma de conducir tan temeraria o incluso la suerte que en ocasiones tenía, lo ha abandonado. Claro que en Le Mans dejó brotes verdes al recuperar sensaciones; pero lo mal que está en el campeonato y lo mucho que está tardando para recuperarse del todo, hace temer lo peor. En ese sentido Luca Caladora, campeón en 125cc y 250cc, dio una entrevista para ‘GPone.com’ y expuso exactamente como esa magia lo abandonó y que debe cambiar si quiere resurgir.
«Hay momentos en la vida de un piloto en los que existe una magia y todo sale siempre bien, yo también lo probé, realmente no lo sabes en ese momento, pero es así y tienes esa suerte. Entonces llega un momento, que puede coincidir con algún otro episodio como una caída con consecuencias más graves de lo habitual o incluso una pelea con tu pareja, en el que se rompe esa magia. Ya no eres un chaval despreocupado, no puedes hacer lo que hacías antes. Si cambias todavía puedes seguir ganando, pero si no lo haces, entonces se convierte en un gran problema. Es como el paso de la adolescencia a la madurez, tienes que hacerlo, no puedes ser un chico durante más tiempo. Marc Márquez lleva años con esa magia, así que a partir de ahora tiene que cambiar su enfoque de las carreras», cerró su explicación Caladora.