Costa de Marfil es un país «clave» a la hora de contener la incipiente amenaza yihadista en el Sahel en su avance hacia los países del golfo de Guinea así como en materia de contención de los flujos migratorios, de ahí la firme voluntad del Gobierno de seguir cooperando con este país africano, al que se ha procedido a donar vehículos y otro material con el que reforzar la capacidad de sus fuerzas de seguridad.
La donación de cuatro vehículos 4X4, cuatro quads con sus consiguientes cascos, así como diez ordenadores y ocho impresoras ha tenido lugar en un acto presidido por la secretaria de Estado de Asuntos Exteriores y para Iberoamérica y el Caribe, Cristina Gallach, junto al ministro del Interior marfileño, Vagondo Diomande, en Abiyán.
La ayuda, la quinta de este tipo que entrega el Gobierno al país en los últimos años, pone de manifiesto la voluntad de España por llevar a cabo una «cooperación en mayúsculas, eficaz y concreta» para hacer frente a los desafíos actuales, en particular el yihadismo en el Sahel y la inmigración irregular.
Costa de Marfil, ha subrayado Gallach, comparte frontera tanto con Burkina Faso como por Malí, dos países muy débiles y castigados por el terrorismo, «que se encuentran en una situación extrema» por lo que es fundamental ayudar al país a reforzar su seguridad fronteriza, habida cuenta de que en el último año se han producido ya algunos ataques en su suelo y a la creciente presencia de terroristas en el norte del país.
La secretaria de Estado ha encomiado el «trabajo concreto y eficaz» que hace Costa de Marfil en el norte y ha recalcado también el compromiso de España con la «paz y la estabilidad» en el Sahel, una región que ha incidido en que está «muy próxima a Europa aunque esté el Mediterráneo de por medio».
MIGRACIÓN REGULAR
Por lo que se refiere a la migración, la ‘número dos’ de Exteriores ha resaltado que Costa de Marfil es principalmente un país de acogida, con unos 5 millones de migrantes -alrededor del 20 por ciento de su población–, aunque también emisor. En este sentido, Gallach ha insistido en la apuesta del Gobierno por una «migración regular y circular» que se gestione de forma ordenada para evitar un sufrimiento innecesario y la pérdida de vidas de jóvenes.
En la actualidad, según datos gubernamentales, los marfileños suponen en torno al 20 por ciento de los migrantes que llegan de forma irregular, si bien no siempre es fácil determinar su nacionalidad, y en 2020 fueron la quinta nacionalidad por número de llegadas marítimas, con 864, aunque muy lejos de los 15.000 marroquíes y los 11.000 argelinos.
«Tenemos que colaborar estrechamente para reducir al mínimo posible las salidas irregulares», ha defendido, elogiando la «generosidad» de Costa de Marfil por los millones de personas que acoge y recordado que también España es generosa. «Por eso trabajamos tan bien juntos para una migración regular», ha acotado
Por su parte, el ministro marfileño ha agradecido el apoyo y la ayuda de España, al que ha calificado de «socio privilegiado frente a la inseguridad y ha defendido la necesidad de «ir más lejos» en la lucha contra todas las formas de delincuencia y contra la inmigración irregular. A los desafíos a que se enfrenta la región, ha subrayado Diomande, no se puede enfrentar un país solo, «se necesita una respuesta mundial».
PIRATERÍA EN EL GOLFO DE GUINEA
Otra de las preocupaciones del Gobierno, ha subrayado la secretaria de Estado, es el problema de la piratería en el golfo de Guinea, donde los ataques se han incrementado en los últimos años, con cada vez más secuestros de tripulantes -incluido uno que terminó con un muerto este año– y cada vez más lejos de la costa.
«Estamos en un momento crítico», ha advertido, subrayando que en la UE ya se ha tratado este asunto en varias ocasiones y se apuesta por «una respuesta común» que vaya en la línea de «apoyar los esfuerzos que están haciendo todos los países de la región». Así, ha precisado, se está debatiendo una mayor coordinación de la presencia de buques europeos en la zona.
En el caso de España, anualmente se envía a aguas del golfo de Guinea dos barcos que llevan a cabo ejercicios con las armadas de otros países europeos y de la región para reforzar las capacidades de estos últimos además de tareas de formación, principalmente en materia de asaltos y abordajes. En este sentido, está prevista precisamente la llegada al puerto de Abiyán el próximo lunes del buque de acción marítima ‘Furor’.
Gallach ha insistido en que todo eventual apoyo y presencia europea en la región tiene que hacerse en coordinación con los países africanos porque «son los que conocen las costas, los que tienen los medios y los que están interesados en que sus exportaciones de todo tipo, incluidos los hidrocarburos, no se vean asaltados y estén protegidos de la piratería».
La secretaria de Estado ha tenido ocasión de conocer de primera mano los esfuerzos que los países del golfo de Guinea, con más de 6.000 kilómetros de costa, llevan a cabo para contener la piratería y otros delitos marítimos en el marco de la llamada ‘Arquitectura de Yaoundé’.
Así, ha visitado el Centro Regional de Seguridad Marítima para África Occidental (CRESMAO) que, junto con otro centro gemelo para África Central con sede en Congo, aspira a poder coordinar las acciones de las fuerzas de seguridad de estos países en un futuro y que ya ha comenzado a dar sus primeros pasos operativos.
La ‘número dos’ de Exteriores ha arrancado la visita a Abiyán con encuentro con la ministra de Mujer, Familia e Infancia, Nasseneba Touré, seguido de una reunión de ambas con un grupo de mujeres líderes.
Además, Gallach se ha reunido con un nutrido grupo de empresarios españoles presentes en Costa de Marfil y ha firmado un memorándum de entendimiento entre la Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo (AECID) y la universidad Alassane Ouattara de Bouaké, con apoyo de la fundación FATOM, para un lectorado de español en dicho centro.