El presidente de Canarias, Ángel Víctor Torres, ha admitido en el Pleno del Parlamento que las medidas que ha puesto en marcha el Ejecutivo para erradicar la pobreza no son suficientes. No obstante, ha asegurado que trabajarán para cambiar esta situación.
En respuesta a una pregunta de la portavoz del Grupo Mixto, Vidina Espino, el presidente señaló que el objetivo del Gobierno es contribuir a erradicar la pobreza, de ahí que sólo este año se haya aumentado la aportación a Cáritas un 63%; también la dotación para bancos de alimentos y Cruz Roja, o que las subvenciones para mayores, voluntariado e inclusión social se hayan incrementado un 30%.
Ángel Víctor Torres indicó que, según un estudio publicado en el día de ayer en un medio de comunicación regional, desde el año 1975 a 2019 Canarias ha pasado de ser la quinta Comunidad Autónoma con mayor PIB a ocupar el último lugar, lo que refleja que el archipiélago «tiene un problema estructural, social».
Torres hizo hincapié en que el Gobierno canario partió de unas circunstancias «tremendas» antes de la pandemia, con un 20% de paro, 200.000 personas que estaban en riesgo de exclusión severa y 1,4 millones con dificultades para llegar a final de mes. «Ésta es la realidad que el Gobierno encara», remarcó.
El presidente incidió en que la voluntad del Ejecutivo es mejorar la situación de la pobreza. En este sentido, detalló que en estos momentos 10.000 unidades familiares están recibiendo el Ingreso Mínimo Vital; la PCI llega a 37.000 personas, frente a las 8.000 a las que llegaba antes; el ingreso canario de emergencia llega a 16.000 familias, y se han dado ayudas para pensiones no contributivas a 50.000 personas.
«¿Es esto suficiente para la pobreza? No lo es. Pero nuestra situación estructural, con casi 20 millones de turistas al año, debió dar un resultado distinto al que nosotros recibimos», concluyó.
«NADA QUE VER».
Por su parte, Vidina Espino afirmó que los datos ofrecidos por el presidente Torres no tienen «nada que ver» con lo que dicen las ONG, que están haciendo un llamamiento «desesperado», sobre todo los bancos de alimentos, que «están teniendo que repartir menos comida cuando hay más familias necesitadas».
Según Espino, «no se pueden seguir dando más excusas por parte del Gobierno», a quien instó a «aceptar la realidad de lo que está pasando», pues la pobreza «no ha hecho más que dispararse» desde que están gobernando y los servicios sociales se han convertido en un «gran agujero negro».