Bechamel: cómo hacerla paso a paso para que no te quede ni un grumo

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Hay algo que tienen en común plato tan diferentes como la lasagna, los canelones o las croquetas: la bechamel. Esta suave mezcla, inventada en Italia, perfeccionada en Francia y usada para todo tipo de recetas, tiene adeptos por todo el planeta, pero ¿saben todos los cocineros hacer una buena bechamel? ¿Qué pasos hay que dar para que no te quede ni un grumo?

No te preocupes, si eres de los que todavía no ha podido perfeccionar el arte de la bechamel, a partir de ahora podrás con los consejos que te hemos preparado. Ya te avisamos: todo depende en parte de la cantidad de harina que pongas en tu receta y de otra serie de condicionantes. Averigua cuáles.

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EL IMPORTANTE PASO DE LA LECHE

bechamel leche

De entre todos los platos para la elaboración de la receta el más importante es el de verter la leche en esta mezcla que tenemos en la sartén. Es necesario que la harina esté hecha, ya que si no adquirirá un sabor a crudo nada recomendable.

Sin dejar de mover con fuerza, intentaremos evitar que la harina se pegue. Lo suyo es conseguir una mezcla homogénea. Cuando ya tengamos una masa uniforme, iremos añadiendo leche poco a poco hasta que obtengamos el punto de suavidad justo. Recuerda: no puedes echar la leche de golpe. Sé paciente y ve añadiéndola poco a poco. También de lo bien que muevas esta pasta dependerá que te quede algún grumo o no en tu bechamel.