Televisión Española no ve luz con Estoy vivo. La novela policíaca estrenada en el año 2017 ya tiene 4 temporadas en su haber. Curiosamente esta última ha mostrado la peor de las facetas desde que llegó al mercado. Una producción que, si bien en sus inicios arribaba con esa mezcla ciencia ficción, costumbrismo y elementos propios de los thrillers, hoy en día ha caído en un profundo abismo que implica que dejes de verla.
La pieza no es que está mal conceptualmente hablando, porque sus giros dramáticos podrían decirse que están bien estructurados. Sin embargo, lo más importante que es el enganche pareciera estar bastante lejos de las expectativas de la propia producción.
Es importante señalar que, últimamente, la apuesta de cocteles de géneros ha sido el salvavidas de diversos títulos. Pero, en esta oportunidad, las cosas se les han ido en contra y luce como una pérdida total que puede estar diciendo adiós muy pronto.
3No es suficiente la mezcla de géneros
Javier García Díaz es el productor ejecutivo de Estoy vivo. El mismo está consciente que la trama está en uno de sus puntos más álgidos, nunca antes visto. Se han confiado con el híbrido de géneros, cosa que el cine y la televisión permite. Sin embargo, ese cúmulo de fantasía y acción criminal se ha quedado corta.
A diferencia de sus comienzos, ahora no son avasallantes. Se quedan en lo básico y ese punto de enganche que es la clave de esta pieza, no lo han logrado en los episodios. Ya es mejor cambiar de canal y colocar otra pieza.
Esta acción es la que le está pasando factura, y se vislumbra como una debacle para todos. Porque tenían intención de seguir para una quinta temporada. Hasta ahora, sin ánimos que así sea, con todo lo que tienen en contra.