Si disfrutas de las turbulencias que suceden en los aviones al encontrarse a 3.000 metros de altura sin sentir temor y te sientes en una montaña rusa, este artículo es para ti, porque podrás disfrutar de los más terroríficos del mundo.
Conoce los aeropuertos más raros y peligrosos que hay, como el aeropuerto clausurado “Kai Tak Hong Kong”, el cual los pasajeros decidieron bautizarlo como el aeropuerto ataque al corazón, debido a sus peligrosos despegues.
Hay muchos aeropuertos en los cuales se despega desde un pedazo de tierra que se encuentra perdido en la selva venezolana, el cual fue aplanado previamente utilizando un buldócer.
5El aeropuerto internacional Princess Juliana, St Maarten (Países Bajos)
Ubicado en pleno Caribe, en medio de las hermosas y cristalinas aguas del mar Atlántico, justo a la derecha de Puerto Rico, se encuentra un conjunto de islas, las cuales están repartidas entre franceses y holandeses.
En un sitio llamado Antillas Holandesas, se encuentra St Maarten, un aeropuerto que a simple vista no se ve muy complejo, pero su aviación se complica debido a muchos factores.
La pista de este aeropuerto fue hecha en la paya hasta donde pudieron llegar, pensando solo que aterrizarían aviones de tamaño pequeño, pero como la industria es la que manda, en esta pista pueden aterrizar aviones que tengan una capacidad de hasta 400 pasajeros.
No hay posibilidad de rodamiento
Esta pista de aterrizaje no posee una pista de rodaje, por lo que tiene dos salidas para que los aviones puedan realizar el giro de 180 grados. En la mayoría de los casos, un avión como el Airbus A340 o el Boeing 747, son los tipos de aviones más grandes que llegan a aterrizar en este aeropuerto, por lo que se tiene que utilizar toda la pista en total para poder hacer su recorrido de frenado y luego de despegue.
Un riesgo presente es que hay aviones muchos más grandes que sobrevuelan la playa, a unos pocos 25 metros de altura. Viéndole el lado bueno vuelve esto una total atracción fotográfica, aunque sea de paso, no quita el riesgo de sufrir una succión de las turbinas.